Causas y efectos

NO ME RESIGNO a aceptar que Ademar ha entrado en una peligrosa dinámica perdedora; pero perder tres partidos seguidos no se encuentra en los anales ademaristas desde hace más de un lustro. Cierto que los rivales han sido de la categoría del Ciudad Real y del Chekhow y que el teóricamente asequible, Baracaldo, tuvo espacio y tiempo suficientes para estudiar y preparar a ciencia y conciencia el partido, en tanto la columna vertebral de Ademar andaba gestando la gran victoria de la selección en la Supercopa de Europa, en este punto ya se había apoyado Manolo Cadenas para lanzar un oportuno «Aviso a los navegantes». Item más, el esperpéntico calendario de competiciones había llevado a los jugadores de aquí para allá en un periplo viajero increíble. Las lamentaciones tienen una base creíble, porque también Valero Ribera y Juan de Dios Román se lamentan, y tienen plantillas doblemente nutridas para afrontar las situaciones poco propicias derivadas del nunca suficientemente denostado calendario; pero no podemos cerrar los ojos a la evidencia de que jugadores y consecuentemente el equipo no están a la altura de temporadas anteriores, lo que ahora se refleja en el inesperado sexto puesto de la clasificación. Causas y efectos que han llevado a una situación realmente preocupante. Nadie como directivos y técnicos para buscar, encontrar y poner remedio a las causas y, por derivación, a los negativos efectos. Es obvio que la participación anárquicamente planificada de los equipos en las distintas competiciones (de la Asobal a la Copa de Europa, de la Copa de Europa a la selección) influyen considerablemente. Pasa en el fútbol, con los equipos que participan en la Copa de Europa y tienen jugadores internacionales, y está pasando factura ahora al Balonmano. Porque también el Barcelona ha sufrido el pernicioso efecto a pesar de lo amplia y poderosa plantilla con que cuenta. Hay dos verbos, cuya aplicación, en modos, tiempos números y personas, se presentan para la conjugación provechos de los equipos leoneses: Ademar, Cultural, Baloncesto León. La ocasión plural de rectificar primero de los verbos que tienen todos los equipos en las distintas competiciones, ha de ser conjugado con acierto por Ademar. Sabido es que la ocasión la pintan con pocos pelos a los que hay que asirse, aunque en esta ocasión los pelos sean cortos y difíciles de agarrar. Llega el Montpellier, que aún es campeón de Europa, al Palacio para jugar un partido clave para pasar la primera fase de la competición, y seguidamente estará sobre la pista del Palacio el Altea, verdugo del Barcelona el pasado miércoles. Dos rivales difíciles para conjugar el verbo rectificar, pero de la categoría que daría a las victorias la vuelta al camino bueno, por el que estaba acostumbrado a transitar Ademar. El segundo de los verbos es ratificar, casi formado por las mismas letras, pero de significado contrario. Y este verbo toca, en su conjugación, a Baloncesto León y Cultural, signando la victoria en sus desplazamientos a Orense y Alcorcón. El Baloncesto a por la cuarta victoria consecutiva; la Cultural en Alcorcón -equipo y plaza realmente difíciles- a cimentar su posición en la tabla, igualmente consiguiendo su cuarta victoria seguida.