Dos penaltis y cuatro expulsados marcaron el desenlace del derbi

Cultural B y La Bañeza dirimieron un derbi atípico, marcado por el buen juego a ráfagas, lucha y brega constante, dos penaltis inusuales, y un árbitro que se erigió en el triste protagonista del mismo al tratar de contemporizar durante la primera parte del encuentro para sacar todo un muestrario de cartulinas en la segunda parte que dejó al conjunto local con un hombre menos y al visitante con tres. El choque comenzó con los dos equipos posicionados en el rectángulo de juego sabedores de lo que tenían que hacer. La Cultural B hacía gala de su mayor entusiasmo frente a un rival que estaba mejor colocado y sabía lo que quería. Sin apenas ocasiones llegó el primer gol del encuentro. Diego Prado enganchó una gran volea desde unos veinte metros que se coló en la portería local con la colaboración de un descolocado meta culturalista que apenas reaccionó. Era el 0-1 cuando se cumplía el minuto 7. Superado el mazazo inicial el filial blanco toma el mando del partido gozando Ángel en el minuto 18 de la primera ocasión para empatar, pero su remate de cabeza lo detiene un espléndido Javi. Once minutos después llegaría la primera jugada polémica del partido al decretar penalti el colegiado por un ligero agarrón de Diego Prado sobre Diego, transformando el mismo un minuto después el propio Diego colocando el empate a uno en el marcador. Este gol anima al conjunto local hasta el punto de que Alfonso puede desnivelar la contienda, pero su remate a placer vuelve a ser neutralizado con una soberbia intervención de Javi. La respuesta bañezana llegó dos minutos después con un nuevo trallazo de Diego Prado desde el exterior del área de penalti que se pierde por la línea de fondo ajustado a la base del poste izquierdo de la portería defendida por Javi, llegándose al descanso con el empate existente en el marcador desde el minuto 30. En la reanudación la situación no varió, buscando los dos equipos el gol del triunfo. Pero entonces apareció la figura de Sánchez-Real Linacero y comenzó la hecatombe. Tarjetas y más tarjetas, la mayoría innecesarias, comenzaron a pasar factura a los dos contendientes, desluciendo el encuentro. En el minuto 22 llegaría la segunda jugada polémica del partido, al decretar el colegiado un nuevo penalti, esta vez favorable a La Bañeza, por otro pequeño agarrón de Fontanillo a Alfredo, transformando Luis la pena máxima y colocando el 1-2 que después sería definitivo, siendo estos dos últimos goles producto de dos lances puntuales del juego, que de haber mantenido la misma línea hubiera significado muchos más penaltis, porque reglamento en mano ambos lo fueron, pero ningún árbitro, incluído Sánchez-Real Linacero en otras acciones de ayer, los señala, por lo que esa falta de unificación de criterios dio al traste con toda su labor y un partido que pudo ser mucho más bonito.