Más una pachanga que evento deportivo

COMO PRESIDENTE de la junta gestora que actualmente rige los destinos de la Federación Regional de Tenis de Castilla y León, creo qeu tengo el deber de poner de manifiesto la opinión que a la inmensa mayoría de tenistas nos merece la repetición en los últimos tiempos de «eventos deportivos» (yo los denominaría «pachangas») como el que se ha organizado el pasado domingo en León o como el que tendrá nuevamente lugar en el pabellón Pisuerga de Valladolid el próximo fin de semana que, si no me confundo, en gran parte se financian con dinero público, dinero que, a mi juicio, bien podría tener un destino más acorde con la situación que hoy día atraviesa el tenis en nuestra comunidad autónoma. Pues bien, como iba a decir, la opinión más generalizada de la gente del tenis es que se están pasando... Se dio por bueno el que hace dos años Carlos Moyá, David Sánchez, Fernando Vicente y Roberto Carretero, todos magníficos profesionales del tenis español, vinieran al pabellón Pisuerga a cruzar unos raquetazos de alto nivel, dicho sea de paso, acompañados por gentes del mundo de la farándula, para animar más el cotarro (mucho acudieron a Valladolid pensando más en ver a los de Café Quijano que a los tenistas) aunque, a decir verdad, a los entendidos en el deporte de la raqueta no se les escapó el cariz del asunto. Terminado el «espectáculo», los tenistas se tomaron unas copas con los amigos y adiós. Más cargante fue lo del año pasado, pues lo que se montó, costándole un buen puñado de euros a todos los catellano y leoneses, fue un simulacro de torneo que, robándole el nombre a la competición oficial más importante que disputan anualmente los mejores tenistas de todas las categorías de nuestra comunidad, el Master Regional de Tenis de Castilla y León, contó con la participación de seis de las mejores raquetas nacionales que, por amistad con el promotor de la comedia, se prestaron a colaborar, claro, cobrando. Y, si lo del priemr año pasó, lo del segundo empezó a sobrar, y prueba de ello pueden dar las autoridades deportivas de Castilla y León y de Valladolid en particular que, con buen criterio, empezaron a apartarse del tema. Pero lo de este año es «de traca» ya que, coincidiendo exactamente con la celebración del verdadero Master Regional de Tenis de Castilla y León que se está disputando en Zamora esta semana (del 6 al 14) se ha organizado, el día 7, en la plaza de toros de León un partido de exhibición entre la tenista más «mona», Anna Kournikova, y la más laureada de las españolas, a la que todos queremos, Arancha Sánchez Vicario. Seguro que tras el paseillo y los «pases de pecho» ambas salieron por la puerta grande un poco más ricas aún, de lo que llegaron; y para terminar, el próximo fin de semana, otra vez en el pabellón Pisuerga, los mismos artistas de la raqueta de los años anteriores volverán a divertirse a costa de los aficionados de buena voluntad que, cada vez menos, acudan al pabellón vallisoletano. En fin, creo que sobran más comentarios, pero, por favor, que sea la última vez que el dinero público se despilfarra de esta manera, cuando tan necesitado está el tenis regional de mayor apoyo a su base y a la tecnificación de nuestros mejores valores. Es la modesta opinión de una persona que lleva casi cincuenta años vinculada al tenis, que en su juventud admiró a los Laver, Nastase, Santana, etc. y que hoy admira tanto o más, porque incluso alguno salió de sus manos, a los Moyá, Sánchez, Nadal, etc. Vuelvo a decir que a todos los aficionados de Castilla y León nos gusta que se organicen competiciones tenísticas de alto nivel en nuestra comunidad pues a todos nos gusta ver buen tenis y además que en ellas puedan participar nuestros mejores tenistas (como ejemplo, baste citar el Torneo de El Espinar o el challenger que se celebró recientemente en el ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda) pero, insisto, lo que no queremos son «pachangas» que no sirven más que para que algunos sigan engordando su cartera sin apenas sudar la camiseta y a costa de «Juan Pueblo». No sé si a los que comparten opinión con quien esto suscribe les habrá parecido acertado el comentario, ni sé si a alguien le podrá haber escodido más de la cuenta, pero creo que debía decirlo y dicho queda.