EN FUERA DE JUEGO
¿Fin de un ciclo para la Juve?
COMO SIEMPRE pasa en el fútbol, las derrotas no vienen solas y la de la Juventus frente al Deportivo de la Coruña, que le deja fuera de la Liga de Campeones, ya ha abierto en Italia el debate que muchos se temían sobre si se trata del final de un ciclo. El argumento definitivo podría llegar el próximo fin de semana, en el que el equipo de Marcello Lippi se jugará su ser o no ser en el campeonato de Liga, en enfrentamiento directo en su campo de Delle Alpi con el líder Milán, del que ahora le separan seis puntos. Sólo una victoria frente a los pupilos de Carlo Ancelotti parece capaz de acallar, al menos momentáneamente, las voces que comienzan a clamar por un cambio generacional. Esas voces se escucharon sin la sordina de los últimos tiempos, al amparo del viento a su favor desatado por la eliminación de la máxima competición continental, pese a las puntuales justificaciones por las innumerables bajas por lesión. Cierto es que la Juventus no pudo contar ayer con hombres de la talla del francés David Trezeguet, el croata Igor Tudor y los italianos Gianluca Zambrotta, Mark Iuliano, Alessandro Birindelli y su capitán, Alessandro Del Piero, que se tuvo que retirar en los primeros compases del choque contra el Depor. No menos cierta es la edad de algunos de los jugadores clave de la plantilla, que los más críticos vinculan directamente con la fatiga y la fragilidad muscular que ha llenado en los últimos tiempos la enfermería. Ciro Ferrara tiene 37 años; Paolo Conte y Gianluca Pessotto, 34; Paolo Montero y Lilian Thuram, 32; Pavel Nedved, 31; Alessandro Birindeli, 30; Alessandro del Piero y Alessio Tacchinardi, 29. En el punto de mira están, sobre todo, el centrocampista checo Nedved, cuyo Balón de Oro parece que se ha desinflado, y el defensa uruguayo Montero, al que cada vez más comentaristas sitúan en fase irrefrenable de declive, sin olvidarse de reconocerle los méritos acumulados en su larga hoja de servicio. Nedved y Montero dieron en el partido de ayer esa medida. El primero con poco acierto y brillantez, pese a que se mostró como siempre muy batallador, y el segundo con el error en el despeje, que convirtió en gol Pandiani, que acabó con las esperanzas juventinas. Las derrotas en el fútbol siempre van aparejadas a un buen número de exageraciones, que por lo general vuelven a poner en su sitio las victorias venideras y la Juve es un especialista en esas lides.