Portland gana entre las lágrimas (27-25)

La grada dedicó los cánticos de final de partido a Vladimir Rivero, pero en el ambiente, la figura de Fermín Tajadura hizo que la celebración de la victoria se conviertiera en un asunto casi secundario. Y eso que el partido estuvo cargado de alicientes casi hasta el final. A dos minutos de la conclusión, el marcador andaba igualado todavía, pero la puntería en las acciones decisivas estuvo de lado navarro, y en tres paradas consecutivas de Vladimir Rivero, se decidió el choque. Altea se llevó una ovación notable del publico navarro. La estupenda dirección de Jacobsen sigue sentando cáctedra en cuantas pistas pisa, pero en realidad, da la sensación de que al finalista de la Copa EHF le falta algo para conseguir ese punto más que hace falta a veces. Portland no es el de las mejores ocasiones, sin duda. Está tocado en el ánimo por los acontecimientos, pero a la vez, necesita un punto de ánimo que le cambie el chip, y la intención de dedicar el título, si es que llega el caso, a su anterior presidente, es uno de los acicates de la jornada. Arrancó de salida con 9-5 el bloque pamplonés, pero cuando tenía encarrilado el partido, Garralda y los que tenían más relación con Tajadura se han venido abajo. Incluido Zuppo Equísoain, el entrenador, que no se levantó una sola vez del banquillo en todo el partidio, víctima de su pesar.