Diario de León

Un trallazo de Roberto Carlos y la inteligencia de Figo salvan el día

El Real Madrid persiste en los síntomas alarmantes de una absoluta falta de consistencia

Ronaldo se queja de la entrada de Pablo Ibáñez en una de las acciones del choque del Carlos Belmonte

Ronaldo se queja de la entrada de Pablo Ibáñez en una de las acciones del choque del Carlos Belmonte

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Damián Castro - albacete
León

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Dos trallazos de falta de Roberto Carlos salvaron a un defensivo Real Madrid en Albacete, donde el líder fue muy superior en la primera parte pero ofreció una imagen muy pobre tras el descanso. El Madrid cedió toda la iniciativa al Albacete en la segunda parte y sufrió para asegurar la victoria en el Carlos Belmonte, cuando el partido parecía totalmente decidido a falta de veinte minutos. Aunque los blancos estuvieron muy conjuntados y apenas dieron opciones al Albacete en el primer tiempo, en el segundo ofrecieron su peor versión y esta vez salieron airosos gracias dos zurdazos de Roberto Carlos, y de nuevo, a un par de paradones de Casillas. Demasiado premio para un Albacete que mereció más ante la preocupante actitud y juego de un equipo que volvió a demostrar estar muy cansado y que piensa que los esfuerzos debe realizarlos en compromisos de mayor enjundia. El primer gol de Roberto Carlos, con la colaboración de la bota de Montiel, en el primer remate blanco a portería, fue suficiente para que el Madrid rompiese el claro dominio que había impuesto el Albacete en los primeros diez minutos. El Madrid se recuperó sin embargo pronto de la presión local y pudo irse al descanso con un marcador más amplio, porque Almunia salvó otros cuatro tantos de los madridistas en las jugadas a la contra del equipo de Queiroz, que es como creó peligro ante un Albacete sin eficacia ofensiva que comenzó muy valiente pero se fue apagando, también por la solidez en defensa de los visitantes. Por los pelos Aunque Casillas evitó el empate a los 26 minutos ante un cabezazo de Pachecho, el Madrid actuó con éxito en la primera parte con las líneas muy juntas y no permitió que los manchegos tuviesen profundidad. Pese a que los blancos no quisieron forzar y se mostraron demasiado precavidos, Guti ejerció de líder cuando fue necesaria la velocidad y Roberto Carlos amenazó con cada llegada por la izquierda. Con Raúl desaparecido, le sobró al Madrid individualismo, sobre todo por parte de Figo y Ronaldo, y el portero del Albacete, para dejar sentenciado el duelo en la primera mitad. Aunque también se echó en falta mucha más ambición y toque del Madrid su superioridad y control fueron evidentes en el primer periodo, y tras el 0-1 el Albacete también estuvo más preocupado por no encajar otro gol que en buscar con decisión la igualada. Sin embargo, el Madrid permitió definitivamente jugar al Albacete tras el descanso y el equipo de César Ferrando fue creciendo de forma imparable, a base de fútbol rápido y mayor llegada. El partido ya sólo se jugaba en terreno madridista, con el equipo de Queiroz con mentalidad italiana, echado atrás, pero arriesgándose demasiado, y mereciéndose el empate. El Madrid ni pasaba del centro del campo y en menos de un cuarto de hora el Albacete tuvo tres remates a puerta, uno de ellos salvado con un vuelo espectacular y milagroso de Casillas a cabezazo a bocajarro de Mikel. Casillas había impedido que el Albacete sacase tajada de su insistencia y mejor juego ante un Madrid excesivamente conformista y apático, pero quien parecía que iba a acabar de una vez por todas con las esperanzas de los locales fue de nuevo Roberto Carlos. Con otro zurdazo tras un lejano saque de falta, esta vez con la ayuda de Figo, y entre el pecho y el puño del portugués, el Madrid puso el 0-2. El Albacete acusó el golpe, y el Madrid se relajó y creyó que estaba todo resuelto, aunque Parri volvió a dar vida y emoción al choque en unos últimos minutos en los que los blancos estuvieron acogotados en defensa, multiplicando esfuerzos atrás, y rozaron el fracaso. Roberto Carlos, de récord El jugador brasileño del Real Madrid Roberto Carlos hizo historia anoche al convertirse en el extranjero que más partidos oficiales ha disputado con la camiseta blanca superando a Di Stéfano. El lateral izquierdo jugó su encuentro número 397. Esta temporada, el carioca ha conseguido ocho goles convirtiéndose en el defensor que más tantos tiene en su cuenta particular. Su récord en el Real Madrid está en las diez dianas que logró en la temporada 2000/2001, meta que aún puede superar con los encuentros que quedan por disputar tanto en Liga como en Champions. En su octava campaña en el club madrileño, Roberto Carlos pasa a engrosar la historia del equipo blanco consiguiendo una cifra que resulta casi inalcanzable.

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