El Albacete logra hundir un poco más al Espanyol tras sacarle un valioso empate (1-1)

El Albacete se llevó un empate de Barcelona que dejó al Espanyol muy cerca de militar la próxima temporada en Segunda, aunque las matemáticas todavía ni aseguran la permanencia del conjunto manchego ni el descenso del catalán. La clave del éxito albaceteño fue el tanto conseguido por Redondo en la primera mitad, equilibrado en la segunda por otro de Maxi Rodríguez, aunque lo primero que hizo el equipo de César Ferrando fue invertir diez minutos en aprender que si el balón llegaba a las botas de Tamudo la velocidad del capitán españolista complicaba la tarea defensiva. El precio de esa lección fue el de una cartulina amarilla para cada central, pero el equipo manchego la exprimió al máximo y, gracias a ello, tuvo una primera parte mucho más plácida de lo que probablemente esperaba.