Diario de León

«Pensé que íbamos a estar arriba pero no que podíamos ascender»

Óscar Díez afirma que en el Puente Castro «hay mucha gente con ganas de ser futbolista»

Publicado por
A. Caballero - león
León

Creado:

Actualizado:

En los vestuarios de La Balastera, después de ganar por 0-2 un encuentro en el que el árbitro decidió que sobraban dos jugadores arlequinados desde el minuto 20 de la primera parte, Óscar Díez miró a su plantilla y entonces se convenció del lugar en el que estaban. «Cuando realmente me empecé a creer un poco esto fue después del Palencia; hasta ahí nunca había creído que podíamos ascender. Pensé que habría que luchar hasta el último día y no que se llegaría tan pronto», asegura Óscar Díez, entrenador del Puente Castro, escéptico hasta ese momento ante «la euforia que se desató a raíz de los doce partidos seguidos sin perder». Cada pretemporada se rezaba la misma oración en Puente Castro, pero ya iban tres sin cosecha. «El primer año que entrené si pensé que se iba a llegar, porque había un bloque del año anterior. Esta campaña hay una buena hornada que lleva junta desde alevines. Pensé que íbamos a estar arriba luchando, pero no que ascenderíamos», se sincera el entrenador leonés una vez cazado el oso. Quizá se miente o es que no ha acabado de frotarse los ojos. Plantilla por plantilla, en tres ejercicios, no hay duda. «Esta temporada ha habido mejor plantilla porque he tenido más donde elegir; quitaba a uno y podía poner a otro. Sin embargo, el primer año tenía un bloque de once», sentencia sin querer ponderar su sentimiento personal. Algo debe tener la plantilla por encima del resto para que la clasificación de méritos acredite su ascenso a División de Honor. El fútbol no es cuestión sólo de más altos y más guapos. «Hay gente que tiene muchas ganas de ser futbolistas: Diego López, Javi Flórez, Jhony, David¿; hay otros que viven para el fútbol; y los demás han estado jugando y las circunstancias no se dónde les llevarán», afirma como resumen de las cualidades del cuadro que dirige. Comienza una nueva etapa en la que los moldes tendrán que adaptarse a la División de Honor. Se juega también con once jugadores, hay dos porterías y el balón es redondo, pero es la élite. «Hay mucha ilusión y mucha gente que trabaja horas a destajo desinteresadamente. Tendrán que verse las hornadas que vengan de abajo. Ahora nos hace falta que el cadete esté en Territorial, donde compiten mucho más, para que maduren», apunta como primera medida para que la categoría no sea un espejismo. Se le concede un deseo para el próximo curso: «Que no pasemos apuros y que la gente disfrute jugando en División de Honor». ¡Vaya! eso es cuestión de autocumplimiento.

tracking