El Real Madrid se apea de la lucha por la Liga en un fracaso histórico

El Real Madrid ya no será campeón de Liga y cerrará la temporada con un fracaso histórico. Los blancos sufrieron ante el Mallorca su tercera derrota consecutiva y se despidieron definitivamente del título, que este domingo conquistará el Valencia en el caso de ganar en Sevilla. Al triste y desconocido Madrid ya sólo le queda aspirar al segundo puesto después de ofrecer una pobre imagen y ser fulminado por otro de sus ex jugadores, Samuel Eto'o. El Madrid volvió a confirmar su hundimiento físico y anímico, y después de su nefasto rendimiento frente al Mallorca, se ganó los abucheos del Bernabéu, aunque las mayores víctimas de los pitos fueron Florentino Pérez, Carlos Queiroz, y Ronaldo, que al igual que Roberto Carlos vio la quinta amarilla y no podrá jugar en Murcia. Los silbidos del público ya retumbaron en el Bernabéu en el descanso, después de una lamentable primera parte del Real Madrid y grandiosa para el Mallorca, y sobre todo para Eto'o, que fue una pesadilla para la defensa blanca y marcó uno de los mejores goles de la temporada. Ante un Madrid que no saltó al campo con la ambición y entrega de sus tres anteriores partidos ligueros y jugó demasiado acelerado, sin ideas y sin actitud (hasta el 2-3), el delantero camerunés abrió el marcador en la primera contra, desarboló a los madridistas en el 1-2 con un golazo espectacular, dedicado al palco, y fue una referencia constante en el ataque de un Mallorca que cada vez que cruzó el medio campo creó peligro. El Madrid, en cambio, con sus galácticos en muy baja forma, especialmente Raúl y el desafortunado Ronaldo, que no pudieron en ningún momento con los defensores, sólo asustaba a balón parado. Y ya es grave y preocupante que un equipo con la calidad de las estrellas madridistas sólo aspire a marcar goles de falta o córner. Así logró el empate Pavón, en el único error defensivo del Mallorca en una primera mitad que cerraron los baleares bailando a los madridistas entre los pañuelos blancos y los gritos del Bernabéu hacia el palco, mientras Eto'o disfrutaba y deseaba dar otro mazazo al equipo que aún dispone de una parte de su traspaso. La defensa madridista, con los centrales asustados ante la velocidad y regate de Eto'o, fue un desastre, pero a partir del medio campo los blancos también estuvieron muy mediocres y apenas crearon ocasiones. El Madrid se desesperó definitivamente con el 1-2 y comenzaron entonces las pruebas de impotencia, como fue un patadón de Raúl Bravo tras ser puesto varias veces en ridículo por el mejor jugador africano. El Madrid, nulo de fútbol y sin ritmo ni reacción, aún soñaba con un empate que no merecía, y aunque podía llegar en una acción aislada, fue al contrario. Campano sacó una falta, y Casillas, tras un paso un falso, no vio más que el balón ya en la red. Pitos a Queiroz El Mallorca le había dado una lección al Madrid en el primer tiempo, pero Iturralde González quiso echar una manita al todavía campeón y pitó penalti a Figo, cuando el portugués se dejó caer ante Delibasic. El caso es que Figo no falló ni la segunda vez (tuvo que repetir), y el 2-3 dio aire al Madrid, que se pudo levantar y recurrió entonces al sacrificio y el orgullo para intentar el empate, además de tener más velocidad y toque, algo de lo que careció en la primera mitad. La gran ocasión la desperdició Raúl, que está en un estado lamentable y solo ante Leo Franco mandó el balón fuera en el 58. El Madrid, aunque preso de la ansiedad y las prisas, siguió intentándolo, y el Mallorca se salvó porque el línea vio que Ronaldo se ayudó con la mano para marcar. Esa decisión dejó tocada la moral de los madridistas y despertó de nuevo al equipo de Luis Aragonés, que a pesar de que pensaba más en defenderse del intermitente acoso, no se encerró en ningún momento y no permitió dominar a su rival, que sólo recurrió a pelotazos. Raúl Bravo se marchó lesionado, y viendo que la Liga estaba perdida definitivamente, Queiroz quitó a Solari, ganándose los abucheos del Bernabéu. Portillo, como siempre, no valió para nada, no hubo arreón final del Madrid, y los blancos acabaron aún más machacados mentalmente.