Diario de León

Rehhagel planta su muro ante la creatividad obligada de los lusos De no ganar nunca, a jugar la final

Los dos llegan a la final con el mismo balance de tres victorias, un empate y una derrota

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efe | lisboa

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Portugal y Grecia protagonizarán en el estadio de La Luz dos estilos diferentes de fútbol. En la final de la Eurocopa se enfrentarán la creatividad de los anfitriones contra la «muralla» griega en una lucha sin cuartel, en la que la clave puede estar en la «paciencia» de la que hagan gala los locales si tardan el abrir la defensa rival. El técnico de los griegos, el alemán Otto Rehhagel, no tiene motivos para variar el esquema que ha desarrollado durante la competición porque, sin duda, le ha dado resultados. Los helénicos llegaron a Portugal sin grandes aspiraciones y, en teoría, como una de las víctimas, junto a Rusia, para irse a casa en la primera fase. Encuadrada en el grupo B junto a España y Portugal, los griegos comenzaron el campeonato dando la «campanada» al vencer en Oporto (1-2) a los anfitriones. Rehhagel tiene las cosas muy claras y siguió con su esquema defensivo durante todo el torneo. Le sirvió para poder empatar contra España en el segundo partido de la primera fase y para que Vryzas marcase el tanto salvador ante Rusia en la derrota (2-1) en el tercer envite. En cuartos, Grecia dejó en la cuneta a Francia con un gol de Charisteas en la segunda mitad y en las semifinales fueron los verdugos de la República Checa con el «gol de plata» de Dellas, el central del Roma. El técnico de los griegos, que había logrado que el equipo volviese 24 años después a una fase final de una Eurocopa empleó en todos sus partidos un esquema defensivo con Angelos Charisteas como un único punta y una fuerte presión que ahoga a los rivales en el centro del campo. Rehhagel forma dos líneas de tres hombres por delante del cuarteto defensivo, pero la segunda línea de tres se pliega cuando ataca el equipo rival, dejando sólo en punta a Charisteas. Es el de los griegos un fútbol rácano, pero muy disciplinado, en el que cada uno sabe perfectamente cuál es su tarea. Con esa mentalidad se ha plantado en la final y espera poner en dificultades a los portugueses. Representa Portugal el estilo contrario. Obligado por la condición de anfitrión y el apoyo que recibe desde la grada, los de Scolari practican un fútbol abierto, de ataque, con posesión de balón. Scolari comenzó alineando como titular a Simao como pareja de Figo en las bandas, pero confió en Cristiano Ronaldo, revelación del equipo, contra España en el tercer partido de la primera fase. El brasileño practica un 4-2-3-1 con Maniche y Costinha como pivotes, Figo y Ronaldo en las bandas, Deco de medio punta y Pauleta de delantero centro. Portugal también ha sido fiel a su estilo y con él se ha plantado en la final. Mañana ambos se cruzarán en La Luz en busca del prestigioso trofeo. Idéntico balance Los dos finalistas ya saben lo que es perder en esta Eurocopa. Los portugueses cayeron en el partido inaugural, precisamente frente a los griegos, mientras que el combinado de Otto Rehhagel estuvo a punto de ser eliminado, en beneficio de España, por su inesperada derrota ante Rusia, en el último partido de la primera fase. Curiosamente, hasta llegar al duelo decisivo en La Luz ambas selecciones presentan idéntico balance de tres victorias, un empate -se incluye aquí el de Portugal frente a Inglaterra en cuartos que se decidió en los penaltis- y una derrota. Los de Scolari marcaron ocho goles y encajaron cinco, mientras que los mediterráneos anotaron seis y recibieron cuatro.

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