El árbitro sufrió dos lipotimias hace quince días pero no quiso descansar

A la hora de redactar esta información, el colegiado gallego David Pérez Alleres se encontraba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital del Bierzo en estado muy grave. Pudo haber sido peor, ya que el árbitro sufrió una parada cardíaca cuando era trasladado en camilla desde el campo hacia los vestuarios. Sólo la diligencia del galeno blanquiazul, Toño Bodelón, auxiliado por la esposa de un directivo de la Ponferradina, Pilar San Sebastián, enfermera de profesión, hicieron posible la reanimación del colegiado. Se le practicó un CPR (Cardio Pulmonar Reanimación), que son maniobras encaminadas a mantener las constantes vitales del enfermo hasta que llegue la unidad medicalizada. Y así fue, ya los miembros del 112 le aplicaron un electro shock para lograr el mismo propósito y cuando vieron que se estabilizaba lo suficiente en los monitores, procedieron a su traslado al Hospital del Bierzo. Las noticias respecto al estado de Pérez Alleres invitaban al optimismo, aunque sólo fuera porque se encontraba con vida, aún dentro de la gravedad. Es normal que se temiera por su vida, ya que como bien explicó el doctor Bodelón «siempre que hay una parada cardíaca la situación es seria por las posibles secuelas que puedan quedar en el paciente».