Dani Pedrosa pone a enfriar el cava para celebrar el título

El tiempo, con viento, frío y lluvia, fue realmente desapacible en Phillip Island durante la primera jornada de entrenamientos del Gran Premio de Australia, aunque las tandas cronometradas gozaron de pista seca y los pilotos se apresuraron a marcar buenos registros. Nadie quiere lanzar las campanas al vuelo hasta que baje la bandera, pero lo cierto es que los equipos de Dani Pedrosa y de Valentino Rossi ya han hecho gestiones para reservar dos locales distintos y celebrar sus títulos mundiales en la noche del domingo. Y hace ya días también que tienen preparadas las camisetas conmemorativas, pero la verdad es que hay que ser cautos, porque siempre puede haber sorpresas de última hora. Sorprendente fue la «pole» provisional de uno de los veteranos en 125cc, Gino Borsoi, seguido por el ya campeón, Andrea Dovizioso, y el australiano Stoner. Por su parte, Héctor Barberá fue quinto seguido por un descontento Jorge Lorenzo, que parece cansado de tener que ir por encima de sus límites para conseguir marcar un buen tiempo con la Derbi. En 250cc todos estaban pendientes de las evoluciones de Dani Pedrosa y la verdad es que el piloto español demostró desde primera hora que el miedo escénico había desaparecido. Sin embargo, por la tarde tendría que conformarse con una discreta séptima plaza por problemas técnicos. Dani notó que su Honda perdía aceite y entró en boxes para utilizar su segunda moto. La puesta a punto de esta segunda montura no era sin embargo la idónea y de momento Pedrosa ocupa un puesto en la segunda fila, por detrás de Toni Elías, que fue sexto, pero confesando que fue fruto de una única vuelta rápida. La 'pole' provisional del cuarto de litro quedó en manos de Alex De Angelis, seguido por Poggiali, Porto y Fonsi Nieto, que demostró que este es uno de sus trazados favoritos. Aunque el verdadero protagonista de la tanda fue el australiano West, con una espectacular caída que le llevó hasta el Hospital de Melbourne por precaución. En MotoGP dominó Rossi, pero Sete Gibernau fue segundo y concluyó satisfecho porque al variar la presión de los neumáticos de su Honda parece que todos los problemas han desaparecido. Sete no se rinde y no se deja intimidar por Valentino, defendiendo que su único objetivo es ganar la carrera y sumar 25 puntos y que sólo después de recibir el banderazo mirará hacia atrás. Pero además de Sete, hay que estar atentos a Rubén Xaus, que concluyó quinto y parece dispuesto a todo en un circuito que conoce como la palma de su mano.