Costa y Sánchez se enfrentan en la pista a 55 niños leoneses

Los jugadores eliminados en los cuartos de final del Master de Tenis Ciudad de León, Albert Costa y David Sánchez, no dieron por terminado su paso por la capital leonesa en sus respectivos partidos, el viernes contra Fernando Verdasco y Rafa Nadal. Ayer por la mañana, alrededor de cincuenta niños esperaban ansiosamente en la puerta del pabellón donde se celebra el torneo, para intentar demostrar a sus ídolos lo que son capaces de hacer. Fueron unos cincuenta chavales, entre los 8 y los 13 años, de los diferentes clubes de León -el Casino, La Casa de Asturias, el Aero, el Recreo y la Venatoria-, que hicieron una extensa selección para captar a sus mejores jugadores. Además, también hubo acceso con un sorteo y los recogepelotas oficiales del torneo también participaron en este partido disputado entre unos 55 jugadores. El Clínic comenzó sobre las 12.45 horas de la mañana y el ambiente en el Palacio de Deportes no era ni mucho menos lo que había sido en los partidos oficiales. Sin embargo, el graderío estuvo bastante animado durante la hora y media que duró, normalmente por zonas, según donde se encontraran los familiares y amigos del niño o la niña que en cada momento se encontraba frenta a Costa y Sánchez. Se hicieron dos filas, y los niños iban peloteando contra los tenistas que no dejaron en ningún momento de animarles: «Vamos a ver ese revés», decía Sánchez mientras se lo ponía difícil a uno de los recogepelotas del Máster; mientras, los padres intentaban que ese pequeño momento de gloria que tenía su hijo o hija quedara reflejado y no dejaron de hacer fotos en todo momento, mientras gritaban a sus hijos cómo debían hacerlo. «Métete la camiseta» hasta llegó a decir una madre, seguramente más nerviosa que su hijo. Además, los monitores de las instalaciones municipales del Ayuntamiento peloteaban con los niños, para evitar esperas. Y así, durante algo menos de hora y media, que duró el clínic. Para finalizar, la foto de familia, la firma de autógrafos (bien en pelotas de tenis, bien en libretitas que todos los niños llevaban en el bolsillo de sus pantalones para la ocasión) y los premios: camisetas, gorras, cintas y bolis que los participantes tuvieron que ir consiguiendo con nuevos peloteos. Eso sí, esta vez ya no se enfrentaban a Costa y Sánchez, que abandonaron el pabellón poco antes de finalizar el evento, a pie, por el paseo del río.