José María Olazábal | Golfista español
Olazába: «Es el más igualado en años»
El campeón en Augusta en 1994 y 1999 ha remontado su crisis de juego, ha cogido forma física y mental y sólo espera que el juego de los últimos torneos le acompañe para volver a vestirse de verde
José María Olazábal (Fuenterrabía, 1965) presenta una figura estilizada, ha adelgazado lo justo para perder la tripita, está más fibroso y claramente tonificado. El bicampeón del Masters (1994-1999) ha logrado remontar la crisis de juego de más de año y medio. Un periodo agónico, que le hizo perder su estatus mundial y la tarjeta del circuito estadounidense. - ¿Es usted en estos momentos un jugador distinto? - Si se refiere al aspecto físico, pues debo decir que sí. He ganado potencia, aunque no miro las estadísticas. Antes, necesitaba unos prismáticos para ver la bola de los pegadores. Ahora sólo necesito lentes de aumento. - ¿Es tan importante la potencia en un deporte que parece más bien de habilidad y precisión? - Hoy en día es importantísimo. Había que pasar por las pesas. Mire, si un ganador de hace unos años del Open USA volviera a competir, no pasaría ni el corte. Se está perdiendo la habilidad y la genialidad. La gente quiere ver eso. Con drivers de 300 metros y castañazos constantes, todos contentos. La irrupción de Tiger ha tenido que ver mucho en eso. Los campos rondan ya los siete mil metros. Estamos al límite. - ¿Técnicamente es usted también mejor? - Sí, he mejorado. Siempre he sido un buen jugador de hierros, pero malo con el driver. He trabajado para cambiar el plano del swing y esto lo he trabajado también en el gimnasio gracias a la biomecánica. Soy más eficaz. - ¿No se ha planteado tener un psicólogo, como otros? - No lo descarto, pero de momento no lo necesito. Me basta mi experiencia para superar algunos momentos. No estoy preparado para este tipo de terapias. - ¿Cree que puede volver de nuevo a estar entre los diez mejores del mundo? - Si juego al nivel que creo que soy capaz podré estar arriba. No me siento inferior a nadie. - ¿Le sirve de estímulo que hombres que rebasan los 40 años, como Singh o Jiménez, estén en su mejor momento de juego? - Realmente es estimulante ver, por ejemplo a Jay Hass, con 50 años, rozando las victorias en muchos torneos y verle jugar con su país la Copa Ryder. Es un apoyo hasta psicológico. - ¿Le debe mucho a Augusta? - Estoy donde estoy gracias al Masters. Lo único que espero es que el juego de estas últimas semanas me acompañe, y entonces podremos hablar de algo grande otra vez. Creo que es el Masters más igualado de los últimos años, y en ese sentido Tiger tiene una cierta ventaja, fundamentada en su mayor poder mental.