Cuando no sólo el carácter otorga recursos para encontrar el acierto El día que Cervar salió de León derrotado por una de las múltiples defensas que le hicieron famoso

La diplomacia, salvo raras excepciones, marca las relaciones de los titulares de los principales banquillos del balonmano continental. Y en esta ocasión las líneas maestras del duelo desde ambos rincones llegó marcado por los cánones habituales. Cadenas no sorprendió a nadie en la dirección del equipo, apostó por los recursos que hasta ahora le han permitido hacer de un buen equipo un conjunto con aspiraciones y se encerró en su habitual defensa sólida y experta 6-0 y más cuando Vatne, en un alarde de profesionalidad, adelantaba su recuperación para no perderse la cita. Sólo puntualmente apostó por la variante de Parrondo como adelantado y siempre más obligado por las circunstancias del partido que por el hecho de que Cadenas sea un gran defensor de la multiplicidad defensiva a la hora de establecer un partido. Sin embargo en una de estas alternancias el equipo demostró que era el día y, unido al declive táctico de Cervar y el desfondamiento físico general de los croatas, encontró la solución para convertir la segunda mitad en un auténtico infierno del que su rival ya no supo salir. Los cortes de balón, el trabajo estajanovista de hombres acostumbrados a sufrir, unido a las ilusiones de Metlicic de despedirse con un título hicieron que los minutos se convirtieran en horas y que León pueda haber servido como punto final a la ilusión póstuma de una generación croata que va perdiendo potencial no sólo en la pista con sus míticos jugadores, sino incluso desde la dirección de los equipos. El juego inteligentemente alocado que practican los leoneses fue ayer visto por media Europa balonmanística y, aunque en Zagreb siguen pensando que milagros como este todavía son posibles, días tan acertados como los vividos por Erevik, Kjelling o Krivóchlikov aseguran muchas de las opciones. Además en la capital croata alguien tiene una cuenta pendiente y éste es Juan García Lorenzana. No será fácil de olvidar el Día del Trabajo para Lino Cervar. El carismático seleccionador croata, quizás uno de los hombres que se sienta en los banquillos continentales con mejor palmarés, vio, sufrió, y hasta se desesperó en el coliseo leonés viendo cómo su, a priori rocoso conjunto, se diluía como un azucarillo ante una de las primeras lecciones que se aprenden en cuanto a defensas en el mundo del balonmano; la 5-1 con Roberto García Parrondo de adelantado. Nadie sería capaz de pensar antes de iniciar el choque que semejante arma secreta podía sentar tan mal en el desarrollo del encuentro a una escuadra como la croata que cuenta en sus filas, además de media selección salvo los emigrantes, una variante táctica que si por algo es conocida es por sus múltiples variaciones realizadas por los equipos balcánicos para hacerse acreedores de la mayor parte de los títulos de esta disciplina deportiva. De León Cervar salió tocado y no por el hecho de esconder inexplicablemente su ya conocida defensa en cuña 3-2-1 que tanto temen los equipos españoles y que tantas desgracias en forma de títulos se han quedado en el camino, sino además porque en sus planteamientos marcadamente reservones no fue capaz de encontrar a lo largo de todo el partido cómo parar el vertiginoso ritmo que acabó destrozando a un conjunto, el suyo, en franco retroceso y marcado por la experiencia en forma de años. Ganar al Ademar hoy día sólo con Goluza y Vori de expertos estiletes y los goles de Májnov y Bílic es una auténtica quimera y buena prueba de ello es que tras aguantar la primera parte, el desastre irremediable llegó en la segunda. Para ello sólo hubo que encontrar a alguien con ganas de progresar bajo una portería y éste fue Erevik y además el gran trabajo defensivo de un hombre que pasa desapercibido pero que llegó curiosamente de uno de los clubes, como el Valladolid, que tiene a gala la defensa como principal estrategia de juego: Roberto García Parrondo. Sirva también en su descargo, y pese a su pobreza táctica demostrada en la dirección con una defensa 6-0 de las más planas que se han visto por estos lares, que Cervar en este RK. Zagreb no tiene la variedad de recursos humanos que cuenta cuando se pone al frente de la selección croata. Pese a todo falta una semana para que se decida dónde se queda la Copa y a buen seguro que Cervar sí trabajará en Zagreb para que lo de León sea tan solo un mal día a no añadir a su currículum.