Un Barça muy firme frustra otra vez el pase del Ademar a la final

No hay duda. El Barcelona le tiene tomada la medida al Ademar en la Copa del Rey. En los últimos años le ha apeado de la Copa del Rey en semifinales en seis ocasiones y ayer fue la séptima. Si en este torneo hay alguien que pueda llamarse bestia negra de los leoneses con todo merecimiento esos son los catalanes. Toparse con ellos es prácticamente sinónimo de irse para casa, echando el cierre a la temporada. Los de Xesco Espar aprendieron de su reciente derrota en León y llegaron a la Copa del Rey con la lección bien aprendida. Objetivo número uno: impedir los contraataques del Ademar y evitar a toda costa su juego de rapidez endiablada corriendo por la pista. Objetivo número dos: obligarle a jugar ataques posicionales con un marcaje especialmente pegajoso sobre Petar Metlicic y un trabajo defensivo sólido para asfixiar el juego de los pivotes. Y por desgracia les funcionó muy bien. Salvo en un momento puntual al comienzo del segundo con hasta cuatro contrataques seguidos de Krivoshlykov y de Juanín que permitieron empatar el partido, el Barcelona dominó casi siempre al Ademar llevándolo a su terreno. Si a la firmeza de los catalanes en todas las facetas del juego se une que Kjelling no pudo aportar nada en ataque por su lesión de espalda, se entiende que las cosas pintaran mal desde mediado el primer tiempo. En la tarde de ayer, la primera línea del Ademar no estuvo fina. Kjelling no se estrenó, Entrerríos tampoco tuvo su día, la aportación de Perales y Petar Metlicic fue insuficiente y los nueve goles de Juanín no bastaron para contrarrestar la avalancha de los catalanes. Y es que, por contra, la primera línea de los catalanes demostró porque es temible. El Barça prácticamente ha renunciado a jugar con un central organizador y prefiere poner una primera línea con una potencia de fuego brutal. Jerome Fernández hizo cinco goles, el gigante Nagy siete e Iker Romero terminó firmando ocho. Veinte dianas entre los tres. Por si fuera poco, el pivote Skrbic encontró demasiados huecos entre las líneas leonesas que supo aprovechar para colaborar con siete goles y en la portería estaba un seguro de vida: Dejan Peric. El serbio parece tener un sexto sentido para poner una mano o una pierna en disparos a bocajarro que saca de forma increíble. Si en la primera mitad, cuando las cosas estaban igualadas, y el partido era un toma y daca entre los dos el Ademar no pudo poner tierra de por medio fue porque allí estaba Péric para evitarlo. Estuvo bárbaro. En realidad, en el partido de ayer el Ademar estuvo metido durante los veinte primeros minutos cuando los dos se alternaban en el marcador, con ventajas de un gol que nunca iban a más. Fue en el minuto 23 de la primera marte, cuando los de Espar abrieron la primera brecha seria. Con 11-14 en el marcador, Cadenas pidió un tiempo muerto para ordenar las ideas e introducir el cambio defensivo 5-1 con Parrondo de adelantado que tan buen resultado le ha dado últimamente. Funcionó durante algún tiempo.Ademar se acercó a un sólo gol y en ese momento Espar pidió otro tiempo para hacer modificaciones en los extremos. Le dio resultado y su equipo ya se fue al descanso con cuatro goles de ventaja: 13-17. En la segunda, con los catalanes despistados, el Ademar tuvo un arranque fulgurante. Cuatro contraataques casi seguidos culminados por Denis y Juanín ponían el empate a 18. Parecía que había partido pero fue el canto del cisne de los nuestros. La primera línea del Barcelona, con un Romero letal en este segundo periodo, siguió martilleando al Ademar hasta sentenciarlo, hasta hacerle ver que la reacción era imposible. Sobraron incluso los últimos cinco minutos. El Barcelona volvía a tumbar a Ademar y hoy jugará para revalidar el título que logró el año pasado.