Diario de León

«Sed siempre la marea azul» Alonso: «El mejor momento del año es éste o quizás el del premio; ninguna carrera»

Veinte mil personas tomaron el centro de Oviedo para festejar el título de Fernando Alonso

Fernando Alonso saluda a los aficionados en el balcón; previamente había participado en un coloquio

Fernando Alonso saluda a los aficionados en el balcón; previamente había participado en un coloquio

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Ernesto Pérez - oviedo efe | oviedo

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Miles de personas -más de 20.000, según los cálculos de la Policía Local- tomaron ayer el centro de Oviedo para rendir homenaje y aclamar al campeón del mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso, que pidió a la «marea azul» que no le deje solo y que en el futuro le siga mostrando su apoyo con los mismos colores, con independencia de la escudería para la que corra. Desde primeras horas de la mañana, grupos de jóvenes con camisetas y gorras azules y amarillas, los colores de la escudería Renault, pero también de la bandera de Asturias, habían tomado posiciones en la plaza de La Escandalera, frente a la sede de Cajastur, para conseguir un sitio privilegiado desde el que escuchar y ver al piloto asturiano. A ellos se fueron sumando cientos de seguidores, algunos de ellos adolescentes con la cara pintada de azul y amarillo, y otros con banderas de Asturias, pero también de otras comunidades autónomas y de España. Al mediodía, en la plaza de la Escandalera, el Paseo de Los Alamos y las calles adyacentes de Fruela, Uría, San Francisco y Santa Cruz, los coches fueron dejando ya paso a los «alonsomaniacos». Entre fuertes medidas de seguridad y a escasos metros del Teatro Campoamor, donde el viernes recogió el premio Príncipe de Asturias de los Deportes, Alonso hizo su aparición a las 13:50 horas en la balconada del tercer piso de la sede de Cajastur. Alonso venía de participar en un coloquio organizado por la Fundación Príncipe de Asturias en el Auditorio de la capital asturiana. Pasados varios minutos en los que miles de seguidores reclamaron con palmas y corearon el nombre del «ídolo local», las primeras palabras de Alonso fueron de agradecimiento y de reconocimiento a una afición que le ha seguido por todos los circuitos. De hecho, recordó la presencia de banderas, pancartas de Asturias y España allá donde corre y afirmó que eso hace que no se sienta solo «en ningún momento» y que haya «saboreado con todos los asturianos y todos los españoles el éxito de ser campeones del mundo». «Existen personas como yo que para definirse a sí mismas necesitan conocer los límites de su resistencia y sus posibilidades en una competencia que genera un riesgo que parece no tener sentido, y puede que soportar dos horas a 370 kilómetros por hora sólo sea posible sabiendo que no estás solo y no lo he estado en ningún momento», afirmó. Agradecimiento Alonso aseguró que gracias a la «marea azul» de sus seguidores, «todo el mundo conoce Oviedo, Asturias y España» y reclamó para sí esos colores con independencia de la escudería en la que corra en el futuro. «No cambies los colores y seguid siendo la marea azul, por favor», gritó Alonso desde la balconada, antes de terminar sus palabras con el habitual «Toma» con que celebra sus victorias en los circuitos. Diez minutos después, el «Nano», que se llevó varias veces las manos al corazón y se le vio emocionado, abandonó la balconada, tras entonar el «Himno de Asturias» con el que se cerró este acto, en el que tampoco faltaron los sonidos de las gaitas asturianas. El interés que despierta el piloto asturiano pudo apreciarse ayer de nuevo, con la presencia de una veintena de cámaras de televisión y decenas de periodistas y fotógrafos siguiéndole desde los balcones. El piloto Fernando Alonso aseguró ayer en Oviedo ante los 2.500 seguidores con los que compartió un coloquio, que el mejor momento de esta temporada, en la que se ha proclamado campeón del mundo, ha sido «quizás éste, o tal vez ayer -en referencia al premio Príncipe de Asturias-; ninguna carrera». El campeón del mundo participó en un coloquio celebrado en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, el escenario desde el que sus seguidores siguen sus actuaciones desde que llegó a la Fórmula 1. Con el periodista ovetense Antonio Lobato como conductor del acto, bajo el anuncio de «Buenos días Oviedo, Asturias, España y el mundo entero», y al ritmo de la canción que el músico asturiano Ramón Melendi compuso para Alonso, hizo su aparición en el escenario. En un acto distendido, bromeó con el público, mostró reiteradamente el agradecimiento a la afición, mantuvo su talante crítico con la prensa, y terminó los sesenta minutos que compartió con sus aficionados imitando a Lobato, al repetir con idéntico tono de voz la ya popular frase del periodista: «Si esto es un sueño, que no me despierten». «Quería estar aquí» «Quería estar aquí en muchos momentos, viendo toda la gente que ha estado siguiendo cada carrera, pero tengo que estar corriendo», confesó Alonso en alusión a la presencia habitual de sus aficionados en el Auditorio. Sobre el dominio de Ferrari en los últimos años, el asturiano bromeó: «Sé que hacía falta renovar el rojo, que ya llevaba muchos años», y ensalzó la aportación de sus seguidores, a los que ya se les conoce en todo el mundo como «la marea azul». Dijo que casi ha sido él quien ha pedido un «autógrafo» a los más de cincuenta aficionados que asaltaron el paddoock en China por haber sido capaces de llegar hasta allí, una zona «en la que es imposible entrar, incluso yo, cuando se me olvida el pase tengo muchos problemas». «Me siento doblemente orgulloso, por mis éxitos y por la afición», dijo el piloto, que confesó que nunca le habían puesto una multa de tráfico en Asturias; que conduce tres coches: Clio, Megane y Vel Satis, y que sí se imagina acabar su carrera deportiva sin pasar por el rojo. Sobre los gestos que ha popularizado con sus manos, Alonso desveló que algunos se deben a una serie infantil mexicana, 'El Chavo del ocho', que veía cuando era pequeño».

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