Un balance negativo

MAL BALANCE el de la última jornada. Dos derrotas y una victoria. Tal vez, a tenor de lo ocurrido sobre canchas y terrenos de juego, los números del balance parezcan, en su cruda realidad, excesivos; porque tanto Baloncesto León como la Cultural merecieron más. Jugaron cuando menos para no perder. La Cultural peleó hasta el final en Salamanca, con aciertos y errores, frente a un líder imbatido que sigue mostrando sus poderes en tanteos mínimos basados en la defensa de su marco. Fútbol práctico, de contra, sin excesivas concesiones a la galería, pero tremendamente eficaz. Un solo gol encajado en propia puerta, cimentan los veintitrés puntos que ha conseguido, con armas tan simplistas como prácticas. Y es que el fútbol es defensa y ataque prácticamente coordinados para la consecución de un fin, la victoria. Los triunfos se premian con tres puntos, tanto los tanteos mínimos como con goleadas. Evidentemente, tal vez poco espectacular, pero tremendamente práctico. Después de la jornada la Cultural ha visto incrementada la distancia, con los lugares de premio, situándose a tres puntos del joven equipo del Rácing B que es quien ocupa la cuarta posición. Baloncesto León perdió por un solo punto, teóricamente media canasta, el mínimo valor de un tiro libre. Una derrota que pudo trocarse en victoria a tenor del desarrollo del partido; porque el tiro decisivo se produjo a escasos segundos del final, y aún tuvo una posesión, excesivamente corta, para poder remontar el tanteo. Se rompió la buena racha que contabilizaba por victorias los partidos jugados y había situado al equipo destacado en el primer lugar de la tabla. Ahora sigue arriba, empatado con el Drac Inca, pero ha perdido la imbatibilidad. Cierto que, como muy bien dijo Aranzana finalizado el partido, alguna vez tenía que ser. Ademar no falló, a pesar de desplazamientos y el ritmo acelerado de un calendario talmente absurdo. De Santander a Grecia, pasando por León; en solo tres días dos partidos y dos victorias claras llevando siempre la manija de los encuentros. Arrollador en la capital de Cantabria, llevando el mando del partido en Grecia. Tres victorias seguidas precedidas de otras dos extraordinarias, ante el Celje Pivovarna y el Valladolid. Un tanto increíble... pero cierto.