El FC Barcelona consuma su pasea octavos con una obra maestra (5-0)

El Barça alcanzó su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones marcándose un partido colosal enmarcado con una goleada ante el Panathinaikos (5-0). Los azulgrana aprovecharon las facilidades brindadas por el conjunto griego para bordar el fútbol en una noche de auténticas estrellas. Malesani le hizo un flaco favor a sus jugadores. Su dibujo táctico abocaba al suicidio colectivo. El Barça no tardó ni un minuto en agradecer las autopistas que dejaba el conjunto griego. Iniesta encabezó el recital. El manchego tiene unos prismáticos privilegiados. Su asistencia a Van Bommel antes de cumplirse el primer minuto alcanzó tintes celestiales tanto como la buena vaselina del holandés para superar a Galinovic. El Barça estaba en su salsa. Los azulgrana marearon como quisieron a los griegos. La circulación de balón alcanzó cifras récord. El esférico recorría los pies locales a una velocidad de vértigo ante un Panathinaikos que bastante tenía con aguantarse en pie. Liderados por un Andrés Iniesta colosal y un Leo Messi hambriento de fútbol, los azulgrana encadenaban ocasiones. Eto'o abría con un medido cabezazo su cuenta goleadora en Europa gracias a otra asistencia del manchego. El baile prometía. Además, novedades en el once como Gio o Messi rayaban a gran nivel. El argentino estaba enchufado. No sólo en sus habituales internadas sino también en la presión que le sirvió para convertir el tercer tanto gracias a una sutil vaselina tras aprovechar un error circense entre Biscan y Darlas. El Camp Nou vibraba con sus ídolos. Algarabía general con el tanto de Messi y cerrada ovación para Valdés, que salvó con unos reflejos felinos un remate a bocajarro del ex madridista Flavio Conceiçao. Magia camerunesa Ni la cercanía del descansó aminoró la marcha azulgrana. Eto'o remató al filo del descanso una certera combinación entre Messi y Ronaldinho. Con el pase a octavos consumado, el Barça bajó la intensidad aunque siguió encadenando oportunidades. Después de una minúscula aparición griega salvada in extremis por Puyol, el Camp Nou recibió con los brazos abiertos una obra maestra africana. Eto'o consumó su triplete fabricando una rosca grandiosa desde la frontal del área. Era la guinda de un pastel que Ezquerro estuvo a punto de aumentar tras un pase de genio de Ronaldinho. Por cierto, Valdés cumplió su cuarto partido consecutivo sin encajar ni un solo tanto. La ola recorrió ya las gradas del Camp Nou poco antes de llegar al descanso. La afición disfrutó de lo lindo y sólo faltó el gol del siempre genial astro brasileño, Ronaldinho, que también tuvo sus ocasiones, en un par de faltas, aunque esta vez se quedó sin el premio del tanto en una noche en la que el protagonismo fue para el camerunés Samuel Eto'o, autor de su primer hat-trick comojugador del equipo azulgrana y en competición europea. la de más alto nivel.