Rivaldo amarga del debut de López Caro como nuevo técnico blanco (2-1)

El Olympiacos ganó al Madrid de López Caro gracias a Rivaldo. El brasileño dio la victoria en un partido en el que los blancos demostraron dos caras. Realizaron una buena primera parte, pero los jugadores del Castilla pagaron su derroche físico en la segunda parte. No obstante, el Madrid demostró que con López Caro las cosas han cambiado. Sólo hay que ver el dibujo con el que salió ante el Olympiacos. Fue una cosa sencilla, sin complicaciones. Cuatro defensas, un perro de presa en la medular, otro organizando, dos extremos y dos delanteros. Nada más. Un dibujo asumible para los futbolistas, un esquema clásico. Y, por supuesto, jugadores comprometidos con la causa. Porque los chavales del Castilla, que poblaban la alineación, se exprimieron ante la oportunidad que se les ha ofrecido con la llegada de 'su' técnico al primer equipo. El Madrid mostró otro talante, más solidario. López Caro recuperó las bandas y los jugadores las explotaron. El joven Balboa llegó hasta la línea de fondo por la derecha, algo extraño en el anterior Madrid de Luxemburgo. Y Robinho en la izquierda fue recuperando su autoestima. El brasileño mostró otra vez ese juego que enamoró en el Santos. No trabajó como un extremo tal, sino que realizó numerosas diagonales para romper la defensa y aprovechar su pierna derecha. Otro de los jugadores que mostró mejoría fue Baptista. En su puesto natural, la media punta, dotó de balones a Soldado y a las bandas para que colgarán buenos centros. De esta manera, se presentaba el nuevo Madrid, que aprovechó la primera oportunidad que tuvo a balón parado para anotar. También adoleció de los mismos vicios. Los rivales siguen llegando al área blanca como quieren y el equipo presiona a ratos. Y con una tensión tan leve, Rivaldo demostró su calidad. A sus 33 años, el ex barcelonista tiene todavía un guante en ese pie izquierdo. Sigue controlando el balón como un mago. Es la estrella del Olympiacos y le adoran. Sigue sin correr y sin tener fondo físico, pero si le colocan un pulmón detrás como el marfileño Toure, el brasileño respira tranquilo. Y entre los dos se fabricaron el gol de la victoria. El africano corrió como un poseso para ceder el balón y Rivaldo dio una lección de colocación para anotar el gol de la victoria. Mal debut de López Caro -al menos en el resultado- que tendrá que descubrir si los titulares, las estrellas, seguirán sus designios.