La San Silvestre sube su récord de participación a 3.800 corredores

Es menos famosa que la vallecana y tampoco tiene a fibrosos kenianos que le den lustre. Pero no importa. La San Silvestre Popular de León brilla ya con luz propia y en la edición de este año -la novena- ha superado su récord de participantes con 3.800 corredores. En su mayoría gente normal, de la calle. Nada que ver con súperatletas. Padres y madres con sus hijos -incluso en carrito de bebés-, veteranos abuelos luciendo orgullosos los años y las canas acompañando a sus nietos, grupos de amigos, compañeros de trabajo... En definitiva, la San Silvestre fue un año más una fiesta del deporte leonés. Para la inmensa mayoría el puesto en la prueba era lo de menos. La carrera para ellos era la mejor excusa para echarse a la calle a hacer deporte y pasárselo bien. Y ese es precisamente el espíritu que siempre debe animar la San Silvestre leonesa. Puntualmente, la carrera para los atletas federados arrancó a las 4.30. En la línea, los dos grandes favoritos para volver a ceñirse los laureles del triunfo: la berciana Rosana Fernández y Sergio Sánchez. Pero lo mejor llegó un cuarto de hora después. Cientos y cientos de participantes, en su mayoría niños y adolescentes ocuparon todo el comienzo de la calle Ancha. El ansia por empezar era tal que la primera salida fue nula, pues los primeros no respetaron el pistotelazo del alcalde Mario Amilivia que marcó el arranque de la prueba. La segunda fue la buena. Sonó el disparo al aire y la principal arteria del casco histórico leonés se convirtió en un hormiguero de corredores de todas las edades. Y mo estamos en Navidad no faltaron en muchas cabezas decenas de gorritos de Papá Noel, simpáticos cuernos de reno o rizadas pelucas. Todo valía para dar ambiente y buen rollito a la carrera. Y a fe que lo consiguieron. El portavoz del comité organizador, Carlos Fernández Palomar, no podía ocultar su satisfacción por el creciente número de participantes en la San Silvestre leonesa. «El año pasado fueron 3050 y este año pensábamos en poco más de 3.000 y ahora tener a 4.000 casi a la vista es algo magnífico. Hace cuatro días nos hubiera parecido algo impensable», señaló. «Recuerdo -apuntó acto seguido- en el año 97 nos decían que si lográbamos reunir a 800 inscritos íbamos a marcar un hito. Aquel año, que éramos cuatro amigos, llegamos a 1.400 inscritos y ahora doblamos ya esa cifra. Por fortuna y tras mucho trabajo la prueba está muy asentada, las entidades están muy implicadas y el Ayuntamiento nos brinda apoyo económico, institucional y de infraestructuras». Fernández Palomar considera que tras nueve años figurando en el calendario deportivo leonés, la carrera se ha asentado ya, aunque su tendencia al alza sigue progresando. «Todavía está en línea ascendente y la prueba evidente es que cada año hay más adeptos. Este año incluso ha habido multitud de inscritos en nuestra página web, cuando otros años esta misma página estaba prácticamente muerta». Para ediciones sucesivas, Carlos Fernández, anunció que, además de mejorar la calidad de la prueba federada, se potenciará el carácter popular de la carrera. «Nosotros vivimos de que hoy haya en la calle casi 4.000 personas», sentenció.