Carlos Jiménez fuerza que Estudiantes y Madrid hablen

A última hora de la tarde de ayer, último día permitido para los fichajes de jugadores de la ACB, Carlos Jiménez seguía a la espera de que Estudiantes y Real Madrid dieran un paso al frente, desbloquearan la situación y sellaran el traspaso del internacional al club blanco después de medio año de culebrón. Pasadas las 20.00 horas, la entidad colegial anunciaba a la ACB que rebajaba la cláusula de rescisión de 3,6 a 2,6 millones. Con esta tasación, cualquier equipo de la Liga, no sólo el Real Madrid, podría llevarse al jugador por esa cantidad. Era la fórmula buscada por el 'Estu' para reabrir las negociaciones. A partir de ese momento, la pelota estaba en el tejado merengue. El Madrid tenía que incrementar en un millón de euros su oferta inicial de 1,6 millones. La contraoferta de los colegiales coincidía con la celebración de su junta de accionistas, muy polémica por la amenaza de algunos socios de alargar la sesión más allá de la medianoche para evitar que el presidente Fernando Bermúdez pudiera firmar con el eterno rival. Jiménez, mientras, esperaba que los madridistas cumplieran su promesa de ficharle y hacerle un suculento contrato para las próximas temporadas. Ya advirtió que si no se marchaba, cumpliría los cuatro años que le restan con el Estudiantes. El 'caso Jiménez' explotó en verano. El Estudiantes decidió escuchar ofertas debido a la precaria economía del club. Akasvayu pujó fuerte por él pero el jugador dijo que prefería el Madrid. Estudiantes dijo que sólo se iría si pagaba los 3,6 millones de su cláusula de rescisión.