«No me asusta asumir retos difíciles»

Su hablar pausado y reflexivo no se corresponde con la velocidad a que va su carrera deportiva. Con sólo 17 años el pasado sábado debutó en un partido oficial de Liga Asobal con el Ademar. Y lo hizo francamente bien. Marcó dos goles al Cangas y dejó destellos bien evidentes de su agresividad y clase como jugador. Es Alberto Aguirrezabalaga, la nueva perla de la cantera ademarista. Un extremo derecho llamado a estar entre los grandes. Como jugador tiene claro como se definiría: «Intenso y con carácter», subraya. -¿Qué sensaciones tiene ahora, una vez digerido el debut? -Fue algo muy bonito y especial porque además estaban mis padres viéndome en la grada. Una experiencia que nunca pensaba que iba a llegar y si luego lo haces bien, ves como te anima el público y como te ponen luego los periódicos, pues... muy emocionado todavía. De todas formas, ahora a poner de nuevo los pies en el suelo y a estudiar y a trabajar, que es lo mío. -El recibimento de la afición fue de lo más caluroso. ¿Se lo esperaba? -Yo creo que es por ser joven y porque la gente quiere que aquí haya más cantera porque últimamente no ha salido mucha gente. Sin duda que saliese a jugar alguien de la cantera les gustó. -Eso motiva, pero también tiene un extra de responsabilidad. ¿O no? -Depende. Yo pensé que estaba en las nubes, que estaba soñando. -17 años y ya ha debutado en la Liga Asobal. Va todo muy rápido en su carrera deportiva, ¿verdad? -Sí, bastante porque además aún siendo juvenil he ido concentrado con la selección junior con Checho Villaldea. Llegué a León hace siete meses y ya he debutado en la Asobal, y jugando bastante tiempo. Normalmente eso se gana con el trabajo. -¿Cómo llegó a León? -Me vio Isidoro Martínez (el que fuese segundo entrenador del Ademar) en una concentración nacional en Briviesca. Estábamos cuarenta jugadores y el último día me cogió por banda y me dijo que estaba muy contento con mi forma de trabajar por las ganas que ponía y me dijo que le gustaría que estuviese en el Ademar. Pasado un tiempo me llamaron y fue para mí una elección muy difícil porque tenía bastantes equipos para elegir. -¿Quiénes? -Estaban también Portland, Bidasoa, Baracaldo, Granollers y Alcobendas. -¿Por qué prefirió al Ademar? -Todos tenían sus pros y contras. El Granollers tenía una cantera increíble, en Alcobendas estaba mi hermano y el Portlan estaba cerca de casa. Sin embargo, Isidoro me quería, me había visto él y ver que le gustaba mi trabajo fue para mí importante. Ver que te quiere la directiva y el cuerpo técnico, es algo que tira mucho. Además (sonríe) a mi padre y a mí siempre nos gustaba mucho el Ademar cuando lo veíamos por televisión. Lo que tengo claro es que no me arrepiento de la elección. -¿Su padre es aficionado al balonmano? -Sí, jugó cuando era joven. Estuvo en la selección de Guipúzcoa y yo creo que era bueno. Estuvo también cuando empezó el Michelín porque estaba estudiando Arquitectura en Valladolid. Mi padre se aficionó al balonmano y creo que ahora todos los hermanos lo llevamos en la sangre. -Además de Mikel (jugador de Alcobendas) ¿tiene también otro hermano metido en esto? -El mediano, David, que tiene 19 años y juega en el Zarautz, en primera nacional. -¿Quien es el mejor de los tres? -(Sonríe y no duda) David. -Lleva en León siete meses, ¿qué tal por aquí? -Muy contento. La gente es muy abierta y me han recibido muy bien. -¿Se ve capacitado para dar el salto ya a la Asobal? -Esa es una decisión de Manolo Cadenas. Si me lo dice yo lo haré porque me gustan los retos difíciles. Con tal de jugar en el Ademar haré cualquier cosa, trabajar durísimo, porque me quiero ganar el puesto como todos. -A Cadenas no le duelen prendas en alabar su madurez en la pista. -Si he jugado con madurez es porque cuando estás en la cancha hay que estar a lo que estás, no pensar en tonterías. Si me llega una bola y me la tengo que tirar saltaré todo lo que pueda y tiraré lo mejor que sepa. Lo importante es jugar, no hacer maravillas. -¿Quien es su jugador favorito? -(Se lo piensa unos segundos) Mi hermano Mikel y Raúl Entrerríos.