Diario de León

Ronaldinho pone la magia y deja al Barcelona en la siguiente fase Eto'o: «Lo que queríamos era pasar la eliminatoria y lo hemos logrado»

El brasileño fue lo mejor de un partido táctico en el que el Barcelona consumó su venganza

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Sergio Olego - barcelona
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Una genial jugada de Ronaldinho, a once minutos de la conclusión, fue el puente que condujo al Barcelona hasta los cuartos de final de la Liga de Campeones. El brasileño fue lo mejor de un partido táctico en el que el Barcelona consumó su venganza ante el Chelsea (1-1), el mismo rival que les apeó de Europa la temporada pasada y que marcó su gol en el tiempo añadido. Los azulgrana jugaron el partido que más les convenía y se sobrepusieron a la lesión de Leo Messi, en el minuto 23. Tuvieron controlada la situación en todo momento, dieron una demostración de colocación defensiva y acabaron con el todopoderoso equipo de Jose Mourinho, después de una buena lección táctica de Frank Rijkaard. A pesar de la declaración de intenciones la de Mourinho con su alineación: cambió el sistema y buscó sorprender con una alineación más ofensiva de lo que se esperaba, todo quedó en fuego de artificios. Al Barcelona le pilló esta variación un poco a contrapie y tuvo problemas en los ajustes al principio, especialmente en las bandas, pero poco a poco se hizo con las riendas de la situación. En cuanto apareció Ronaldinho en escena, los azulgrana controlaron la situación con más suficiencia. El brasileño, jugando al primer toque, creó muchos espacios, y el Barcelona, con el balón, empezó a tener el control. Todo transcurría según lo previsto hasta el minuto 23, cuando Messi, en una jugada con Gallas se lesionó. El argentino, el factor desequilibrante en el partido de ida, se rompió, una lesión en los isquiotibiales de la pierna derecha, y Rijkaard tuvo que cambiar de plan y dar entrada a Larsson. Con media hora jugada, el respeto sobre el césped se tradujo en un casillero inédito de ocasiones. Un tiro inocente de Motta (minuto 11), un par de aproximaciones de Ronaldinho y, sobre todo, un remate de cabeza de Drogba (minuto 19) en la primera aproximación de los Blues fueron las únicas intervenciones de los metas. Con inteligencia, sin riesgos, paso a paso, el Barcelona jugó con el Chelsea. Mantuvo el balón y de esa manera los esfuerzos de los ingleses fueron inútiles. Sólo cuando en el afán de recuperación, los azulgrana presionaron con más jugadores de la cuenta, los de Mourinho tuvieron alguna opción, especialmente por la derecha con Joe Cole y Arjen Robben. El holandés fue quien tuvo la mejor ocasión del primer tiempo, pero su disparo murió en las manos de Valdés. Deco manejó el partido a su antojo hasta el final del primer tiempo, después de una primera parte sin agobios, en la que el Barcelona demostró que también sabe jugar sin riesgos, una lección que aprendió después de la eliminación europea del año pasado a manos de los de Stamford Bridge. Mourinho se lo pensó en el descanso. Espero un cuarto de hora y como su equipo no dio señales de vida, decidió un cambio de piezas, Gudjohnsen y Crespo por Duff y Drogba y poco después Eto'o dio el primer aviso, pero Cech rechazó en una buena acción. Esta jugada fue la chispa que activó el juego. Un centro de Joe Cole fue rematado por Crespo junto al palo de la meta de Valdés, pero al Barcelona no le interesaba ese ritmo y volvió a poner el freno de mano. Y en eso apareció Ronaldinho para certificar el pase de su equipo. El brasileño, muy activo durante todo el partido, recogió un balón en la línea de medios, encaró y superó en carrera a Makelele, después a Carvalho, se adelantó a John Terry y batió a Cech de un remate cercano, en una jugada genial en el minuto 79. El Chelsea no se inmutó y el Barcelona, fiel a sus principios, pensó que podía rematar al rival y tuvo una magnífica oportunidad para marcar el segundo. Esta vez fue en una jugada individual de Eto'o, que tras regatear a Carvalho, se perfiló ante Cech y lanzó el balón al poste (minuto 85). Con el 1-0, el Camp Nou estalló de júbilo y el Barcelona se sintió poderoso. Con el tiempo cumplido, Markus Merk señaló un inexistente penalti de Van Bronckhorst sobre John Terry. Lampard marcó el 1-1, pero ya no había tiempo para más. El Barcelona había esperado un año para consumar su venganza y sigue vivo en Europa. El camerunés Samuel Eto'o se mostró muy comedido en sus comentarios. «Lo que queríamos era pasar la eliminatoria y a ver qué pasa ahora», dijo el delantero centro barcelonista. «No voy a entrar a valorar si hemos sido superiores o no. Ellos pasaron el año pasado y nosotros este», comentó Eto'o, quien no quiso valorar las declaraciones de Jose Mourinho en las que aseguraba que la clave de la eliminatoria estuvo en la expulsión de Asier del Horno en el partido de ida. Eto'o no considera que se haya quitado una espina que tenía clavada desde la eliminación del año pasado. «Este partido no tenía nada que ver con los del año pasado», admitió el camerunés, quien destacó el gran trabajo de Thiago Motta y espera que el lesionado Messi pueda volver a jugar pronto. El delantero sueco Henrik Larsson, que sustituyó al lesionado Leo Messi en el minuto 24, se mostró «impresionado» por el ambiente que vivió.

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