Diario de León

ATLETISMO

La plata de Blanco no disimula el pobre papel en 3.000 obstáculos

Penti, quinto, perdió su título europeo en una prueba que ganó inesperadamente el finlandés Keskisalo

Publicado por
Fernando Miñana - gotemburgo
León

Creado:

Actualizado:

José Luis Blanco es uno de los tipos más singulares que hay en el atletismo. Su cabeza no para de ingeniar rarezas. Pero también es un notable atleta. Su graduación le ha llegado a los 29 años, en Gotemburgo, donde firmó una carrera impecable. El catalán está siempre pendiente de mil cosas. Y en una de esas, saliendo del hotel, se topó de frente con Simon Vroemen, el plusmarquista europeo, el favorito. Al holandés lo dejó fuera de combate un plato de pasta y pescado. Una intoxicación acabó con él. Los españoles se frotaban las manos y pensaban en el triplete. Pero Vroemen llamó a Blanco y, tras explicarle lo sucedido, mano sobre hombro, le dio un consejo: «Ataca en el penúltimo paso por la ría». El español lo almacena todo en su disco duro. Su cabeza va a mil por hora. Incluido cuando corre por la pista, saltando obstáculos. Blanco se va fijando en las gradas, busca las banderas de España y, sobre todo, estudia la carrera por la pantalla gigante. Como un espectador más. Y cuando vio la ría a falta de dos vueltas arrancó. Cambió con furia. Se fue decidido a por el oro. Sin mirar atrás. Su composición de la final, además, le decía que si llegaba primero a la ría -más próxima a la meta en este estadio que en otros- era campeón. «Era uno de mis sueños como atleta, llegar primero a la última ría de una carrera importante». Pero su sueño se quedó en plata por culpa de un nuevo secundario que salta a la escena cuando nadie le espera. Como el alemán Fitschen en los 10.000. Esta vez fue Jukka Keskisalo. El finlandés hizo el típico ataque del rival invisible. Con Vroemen fuera de la carrera, todos tenían ojos para Penti, para el francés Bob Tahri, para Blanco y hasta para el novato César Pérez. Pero nadie reparó en la presencia amenazante de Keskisalo. Y cuando sonó la campana salió de su escondite para dar la última vuelta en 59 segundos. Suficiente para ganar. Ese tiempo no debía asustar a los españoles. Penti corrió en los Campeonatos de España en 57, uno más que Pérez y dos más que Blanco. Pero ninguno de los tres llegó a esta vuelta final como en Zaragoza. Penti se bloqueó y terminó quinto. César Pérez, superado por el debut, no pasó del octavo. El jovial Blanco sólo encontró respuesta a su poderoso ataque en el blanquecino Keskisalo. «Yo sí lo conocía, no es nada del otro mundo, pero tiene un buen final». Tras ellos, demasiado lánguido, entró el otro favorito, Tahri, el francés que se concentra con los kenianos en el altiplano, en Eldoret, donde vive durante semana como uno más, durmiendo en un camastro, comiendo patatas y ugali, una especie de tortitas. El caso es que Blanco ha cambiado el curso de la historia. Por primera vez en su vida ha derrotado a Penti y a Tahri. Aunque también por vez primera perdió ante el finés. El gerundense se marchó de la pista haciendo su típico gesto con la mano, extendiéndola y escondiendo los dedos índice y corazón. «Así, con el pulgar digo que estoy bien y con los otros dos (meñique y anular) hago el signo de la victoria».

tracking