El Barcelona se queda el Gamper arrollando al Bayern de Munich (4-0)

El Barça conquistó una nueva edición del Trofeo Joan Gamper tras golear sin contemplaciones al Bayern de Munich por 4-0. Los azulgrana hicieron las delicias de sus simpatizantes que contemplaron la inmensa calidad de la plantilla dirigida por Frank Rijkaard. El Camp Nou pasó una noche de divertimento total. Los inhabituales del coliseo azulgrana, había infinidad de niños y muchísimos visitantes extranjeros, quedaron de nuevo boquiabiertos ante la exhibición de los propietarios del campo. Todo ello gracias a que Rijkaard les obsequió con un equipo plagado de titulares ante un Bayern con ausencias notables en su once inicial como Schweinsteiger, Lucio, Hargreaves, Makaay o Lahm. Con Laporta ocupando de nuevo su puesto de presidente en el palco del Camp Nou, un Barça a medio gas reiteró su esplendoroso arsenal ofensivo. Ronaldinho, Eto'o y Messi forman una delantera letal. Un terceto que sin muchos alardes físicos son capaces de desarbolar a la defensa más férrea sólo con su calidad técnica. Y más aún cuando el rival no pone toda la intensidad necesaria. Tras un arranque de Podolsky frenado de forma ilegal por Valdés, el Barça consumó su superioridad acumulando un sinfín de ocasiones. Con los mediocentros alemanes desesperados, Xavi y Deco se pusieron manos a la obra contando con la inestimable colaboración por las bandas de Sylvinho y de Zambrotta. Tras un par de ocasiones del arrepentido Eto'o, Ronaldinho ejerció de mejor futbolista del mundo con un sublime lanzamiento de falta que Oliver Kahn tan sólo pudo contemplar con la mirada. Una obra de arte en un partido sin trascendencia y que tuvo continuidad gracias a las botas del insaciable Samuel Eto'o. El delantero camerunés batió por dos veces la portería alemana para congraciarse con el gol tras una aciaga pretemporada de cara a puerta. 

Detalle con Saviola 

Tras el recital de la primera mitad, Rijkaard relevó a su once titular para darle la oportunidad a toda su plantilla excepto a un Puyol reservado para la final de la Supercopa de Europa del próximo viernes. El equipo B siguió aprovechando las facilidades de su rival para aumentar la ventaja. Hasta el propio Saviola, con el que no cuenta el técnico holandés, pudo darse un baño de gloria batiendo a Oliver Kahn. El Barça le había robado por completo el esférico a un Bayern agazapado y dando una triste imagen perpetrado en su propio terreno defensivo. Y es que los alemanes, que ya han disputado dos jornadas de su competición casera, viajaron a Barcelona faltos de ambición y volverán con una contundente goleada a cuestas.