León exhibe su juego interior en La Palma para escalar en la tabla

Baloncesto León demostró anoche con su triunfo en La Palma que el equipo está unido y por encima de cualquier polémica surgida en el entorno, en un partido que no le enfrentaba a uno de los mejores equipos, pero que si encerraba muchas adversidades. Los de Gustavo Aranzana no lo iban a tener fácil en una cancha pequeña y después de un largo viaje, pero los leoneses eran más equipo que los insulares y lo pusieron de manifiesto para apuntarse el segundo triunfo y asomarse al sexto puesto de la clasificación, al menos hasta que concluya el domingo esta tercera jornada. Con un gran partido de Jaime Peterson, que esta vez tomó el relevo de Terrence Leather, el León hizo un partido muy serio. Lo rompió en el segundo cuarto en un arrebato ofensivo y vivió después de las rentas amparado en su extraordinaria eficacia en el tiro de dos puntos (82%) y desde la línea de tiros libres (93%), con un solo error. En esa inhabitual puntería y poco frecuente acierto, se significó Peterson, que transformó todo lo que lanzó (nueve tiros de dos y tres libres). Inicio con titubeos Durante el primer cuarto La Palma se mostró más acertado que el Baloncesto León, gracias al acierto desde el perímetro y a una mayor intensidad defensiva. A los cinco minutos La Palma había cobrado su primera ventaja (9-5) y en ese momento Aranzana solicitó un tiempo muerto, corrigió y recriminó la actitud a los suyos, hasta el punto de que el desarrollo del encuentro cambiaría a partir de ese momento de una forma radical. Y si en el inicio eran los de Eloy Doce los que más y mejor defendían, a partir de que Aranzana llamó al orden a los suyos, fue León quien se adueñó del rebote, de la defensa y quien terminó mandando en el partido. Renta neutralizada En el primer cuarto de hora Baloncesto León ya había neutralizado la primera ventaja registrando un 23-23, que no era sino un punto y seguido a la reacción que terminaría por llegar antes del descanso, logrando el equipo de Aranzana una ventaja de hasta nueve puntos para retirarse al descanso con los deberes hechos. Hubo intercambio de canastas en la reanudación, falta de intensidad en la defensa del equipo local y acierto en el juego interior de los leoneses. Leather y Peterson eran los dueños de los tableros, hasta el punto de que ambos anotaron 31 puntos. Para ese tiempo León ya no pasaba apuros en el marcador y simplemente se dedicaba a ver como pasaba el tiempo mientras mantenía la ventaja (52-57) al término del tercer cuarto. La reacción local estaba por llegar, y pese a que León volvió a dar otro zarpazo al marcador bien guiado por Bernabe (siete asistencias), el 61-68 parecía definitivo a falta de cinco minutos para el final. Pero cuando el baloncesto control de los leoneses parecía que no iba a ser desautorizado, llegó la situación más comprometida del partido para los de Aranzana, cuando dos canastas consecutivos de Edwards situaron el electrónico a falta de dieciocho segundos en un inquietante 74-77 y con la posesión para los canarios. Defensa hasta el final Una buena defensa de los exteriores del León acabaría por motivar un intento triple de Taylor desde ocho metros y que terminó por repeler la canasta, con el posterior rebote para Lucho Fernández, quien cerraría el partido con dos lanzamientos libres para certificar el trabajado triunfo de los leoneses, basado en los conceptos de la seriedad, el trabajo defensivo y el acierto de sus hombres grandes. El equipo regresará hoy de La Palma y el miércoles recibirá al Huelva en el Palacio (20.45 horas).