El alcohol, el tabaco y la comida dan con Maradona en el hospital

Diego Armando Maradona está sedado para evitar un síndrome de abstinencia de alcohol. El astro argentino se encuentra estable y evoluciona favorablemente tras ser ingresado de urgencia en una clínica privada de Buenos Aires por haber sufrido una «descompensación» como consecuencia de sus excesos con el alcohol, el tabaco y la comida. El ex futbolista argentino, de 46 años, fue hospitalizado en contra de su voluntad la noche del miércoles en el Sanatorio Güemes. «Está sedado porque es parte de la táctica y del tratamiento a seguir en los pacientes que vienen para evitar el síndrome de abstinencia», declaró el médico argentino. Maradona ingresó en el hospital con «una descompensación ocurrida por el alcohol», pero «no está en coma alcohólico ni llegó en coma», aseguró Pezzella en una improvisada rueda de prensa a las puertas del centro hospitalario, junto al médico personal de Maradona, Alfredo Cahe. El ex futbolista podría sufrir un síndrome de abstinencia «como cualquier persona que toma mucho alcohol y deja de tomar en forma abrupta», reconoció el doctor. Según Pezzella, «cuando alguien tiene personalidad adictiva es posible que se tomen distintas adicciones, sean drogas peligrosas, alcohol, tabaco, u otras». Por su parte, Alfredo Cahe admitió que el ex capitán de la selección argentina campeona en el Mundial de México-1986 pudo haber «reemplazado una adicción por otra», en alusión a su conocida adicción a la cocaína, que lo llevó al borde de la muerte en 2004. «Venía con un régimen de vida no muy coherente en sus comidas, en sus bebidas y en la cantidad de cigarros que fumaba, tres o cuatro habanos por día, él que no ha fumado nunca», reconoció el médico personal del astro argentino, Alfredo Cahe. Su médico también reveló que Maradona «estaba bastante mal anímicamente por problemas familiares que no podía manejar y ello lo llevó a estar depresivo». Según los especialistas que lo atienden, el régimen de vida que lleva Maradona está totalmente contraindicado para personas con by-pass gástrico, una operación quirúrgica a la que se sometió hace dos años. Dicha intervención le permitió bajar unos 50 kilos de los 115 que llegó a pesar con 1,68 metros de altura. Decenas de seguidores y periodistas se han instalado a las puertas de la clínica bonaerense, rodeada de una significativa custodia policial. Su ex esposa Claudia Villafañe, sus hijas Dalma y Giannina y una de sus hermanas están en el centro hospitalario.