Los jugadores de la Deportiva le tienen ganas al Lemona

El próximo domingo vuelve el fútbol al Toralín con un partido entre la Deportiva y el Lemona que tiene su atractivo, aunque nada más sea por los antecedentes que se dieron esta misma temporada entre ambos contendientes. En aquellos tiempos, los blanquiazules presentaban una racha victoriosa que sólo se había visto parcialmente truncada por los empates en Valladolid y Guadalajara, de forma consecutiva. Pero antes de esos dos desplazamientos todo eran triunfos. Se ganaron los cinco primeros encuentro ante Logroñés CF, Burgos, Conquense, Peña Sport y Palencia. Después de los dos empates fuera de Ponferrada llegó otra nueva victoria en El Toralín ante el Sestao River. Pero al domingo siguiente había que visitar un campo tradicionalmente poco propicio como Arlonagusia y el Lemona aquel día salió «a muerte» contra los bercianos, como lo empezaban a hacer ya la mayoría de los rivales entonces, por esa aureola de líder imbatible que les habían ido colgando a los de Amaral. «Prepararon una encerrona» Y aquel día 20 de octubre, la Deportiva conoció la derrota al fin después de un partido presidido por la carga física que los cementeros aplican siempre en su feudo, sólo que esta vez elevado a la máxima expresión. Y ayer en la sala de prensa de El Toralín, el meta Cabrero todavía se acordaba de aquellos hechos: «Tenemos una doble espina porque allí perdimos el primer partido y también porque nos prepararon una encerrona, nos metieron el gol a los diez minutos de empezar y desde ahí hasta el final apenas se pudo jugar porque empezaron a tirar el balón fuera y a parar el partido con malas artes». Si Cabrero hablaba de encerrona, Joaquín Bornes también se acuerda de lo sucedido en Arlonagusia: «Les tenemos ganas porque aquella fue la primera derrota que recibimos esta temporada porque el Lemona salió a jugarse la vida porque los tres puntos eran muy importantes para ellos y eso se notaba». De todos modos, Joaquín no participó aquel día en un partido que le traería muy malas consecuencias a su compañero Ángelo. El valenciano falló en la jugada del único gol que hubo aquel día y desde entonces empezó a contar cada vez menos para el míster. Como es de todos conocido, el ex del Real Madrid Castilla acabó siendo baja en el mercado invernal, igual que Riaño, quien le suplió en el descanso de aquel partido.