Begar y Valladolid, hermanos de drama

Grupo Begar y Valladolid librarán el próximo domingo un encuentro en el que sólo valdrá un resultado, el triunfo. Y es que los dos equipos de la comunidad se juegan su ser o no ser en una liga, la ACB, que corre el riesgo de quedarse huérfana de representantes castellano y leoneses, algo que no ha ocurrido hasta ahora en el nuevo formato de la mejor competición de Europa. La luz roja de alarma lleva ya encendida para el Begar desde hace tiempo mientras que los pucelanos acumulan seis jornadas de tropiezo en tropiezo lo que les ha llevado a bordear el abismo e incluso, dependiendo de lo que ocurra en el derbi frente a los de Aranzana, meterse de lleno en él. Los leoneses, que sólo han vivido una jornada alejados de los puestos de descenso (la cuarta), presentan más urgencias después de caer frente a Murcia y Barcelona lo que les ha supuesto alejarse a tres triunfos de la salvación con un margen exiguo de un traspié en las seis jornadas que restan para intentar el milagro. Parte de esa proeza pasa por «mojar» en Valladolid lo que les proporcionaría un refuerzo de autoestima para afrontar el resto de calendario. Y es que luego viene el Pamesa y el Girona, escollos que debe salvar con acierto para llegar vivo al trío de citas en las que se ventilará la gloria o la tragedia. Valladolid, con un calendario mucho más complicado con enemigos como Iurbentia y TAU que se juegan el meterse entre los ocho primeros y el tercer escalón de la liga respectivamente, ha entrado en una dinámica negativa que puede favorecer los intereses del Begar. Hoy por hoy puede pasar de todo. Que los dos se salven, pronóstico probable pero complicado, que baje uno o que lo hagan los dos. Sería la primera vez en los 25 años de historia de la ACB que ningún equipo de la autonomía transita entre la élite. Y es que en todo este tiempo el Begar ha firmado 11 campañas en el mejor escaparate baloncestístico de Europa, las que fueron de la temporada 90-91 a la 99-2000 en la que fue precisamente el Valladolid el que firmó su sentencia, y la actual tras siete años en el purgatorio. Los castellanos siempre han contado con este lleno desde el tránsito a la ACB de la Liga Nacional, lo que, de bajar, supondría un drama de consecuencias impredecibles dados sus problemas económicos que la pasada liga estuvieron a punto de llevarle al infierno. Por eso el choque del domingo se presenta como vital para ambos y quizás el punto de inflexión para asegurarles un hilo de esperanza.