Los motores vuelven a rugir en el Morredero

Hace sólo un par de años daba la impresión de que no habría «vida» después de Riego de Ambrós y ahora, sin embargo, los aficionados bercianos y los que no lo son ya han aceptado con naturalidad la Subida al Morredero que se ponía de largo hace ahora un año. Las comparaciones entonces entre Riego y el Morredero se hicieron inevitables, de hecho seguirán formulándose porque es ley de vida, pero ahora todos asumen que la principal Subida del automovilismo en la comunidad de Castilla y León tiene a esta cima por escenario. Son unos cuatro kilómetros de ascensión hasta la línea de meta. Lo bueno de todo es que la orografía permite un muy buen seguimiento de los vehículos desde un par de laderas afortunadas. Si a eso se le suma que la meteorología apunta hacia un cielo despejado (oportunidad ideal para ligar bronce arriba) no quedan excusas para perderse por el Morredero este sábado. Por citar algún inconveniente, lo malo será que la carretera siempre tiene que cerrarse con una antelación razonable y habrá que pasar antes de ese momento para no tener que darse una buena caminata hasta las mejores laderas. Está previsto que se cierra a las 13.30 horas. Aunque bien pensado, tampoco viene mal un poco de ejercicio para abrir el apetito, porque lo ideal es hacerse un buen picnic sobre el terreno, para disfrutar de naturaleza, gastronomía, turismo y deporte por igual. En este último aspecto, ya van cerca de una treintena de inscritos. Entre ellos, los mejores especialistas de Castilla y León, porque esta prueba puntúa para el Autonómico. El primer ganador en la cumbre fue el asturiano Jesús Álvarez, a bordo de un Speed Car GT.