«Sé que mi marcha fue una putada, pero no quise dañar a la Ponferradina»

El que fuera guardameta de la Ponferradina durante la pasada campaña, el oscense Jesús Cabrero, ha querido despedirse de la afición blanquiazul después de su polémica salida del club hace unos días. Cabrero ya está realizando la pretemporada con el Albacete y desde la concentración de los manchegos conectó con este medio para explicar las razones de su marcha. Cabrero explica: «He estado muy a gusto allí porque me trataron fenomenalmente y quería despedirme de la afición a través del periódico porque no tuve tiempo de hacerlo en su momento». El meta cuenta lo ocurrido: «La llamada del Albacete era una gran oportunidad de jugar en Segunda que estaba esperando desde que empecé mi carrera, si hubiera jugado antes en Segunda División ni me hubiera planteado salir de Ponferrada porque no iba a encontrar otro equipo donde estuviera mejor». Sabe que en el club no sentó bien su marcha: «Me había comprometido a seguir, pero era una buena oportunidad de seguir progresando, sé que para ellos fue una putada, aunque saben que yo en ningún momento quise perjudicar a un club donde me han tratado estupendamente desde que llegué, de hecho, les llamé los primeros para que supieran de la oferta del Albacete, antes incluso de llamar a mi representante, lo hice para que tuvieran conocimiento de la situación por mi boca y también para que pudieran buscar soluciones cuanto antes». Jesús Cabrero está centrado ahora en conseguir la titularidad en el Albacete en Segunda División, pero admite que la Deportiva siempre estará en su corazón: «Voy a seguir muy pendiente de lo que pase allí y le deseo toda la suerte del mundo y lo único que espero ahora es que podamos vernos la próxima temporada en Segunda División», sentencia el arquero aragonés que no olvida a su anterior equipo. La verdad es que Cabrero se mostraba dolido por la imagen que pudo dejar en Ponferrada después de haber recibido un trato tan modélico tanto del club como de los seguidores blanquiazules.