Atletismo | San Silvestre de León
Una carrera para competir y también para divertirse
Niños, adolescentes, mayores y mucha alegría presidieron una prueba hermanada con el éxito
Los más pequeños también disfrutaron de su momento de gloria; abajo izquierda Sergio, que no pudo co
león
La San Silvestre leonesa volvió a ofrecer innumerables estampas de alegría y sana competición. Aparte de la disputa de los puestos de honor que en la prueba popular se llevaron Itamar Sutil en chicos e Ingrid Rodríguez en féminas, los 5.300 participantes derrocharon mucha imaginación, la necesaria para despedir el año de la mejor y más sana manera. Niños en sus cochecitos, otros más crecidos, adolescentes, mayores y decenas de gestos e indumentarias habituales en una fiesta de carnaval. Y es que no faltó ni el gato Silvestre, portado por su propia hermandad, un par de escoceses ataviados con la típicas faldas de cuadros....
La ocasión merecía la pena porque la San Silvestre de León, hoy por hoy, es un acontecimiento único y cada vez más atrayente.