Gómez advierte de que el diálogo social morirá si no da resultados
El ministro de Trabajo asegura que de no prosperar, el Gobierno «gobernará»
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez.
España cuenta con un instrumento muy importante para avanzar en el ámbito económico y laboral, tanto en época de bonanza como en tiempos de declive económico, denominado diálogo social; pero este foro de debate y negociación entre Gobierno, empresarios y sindicatos morirá si no da frutos, con efectos negativos para cada uno de los interlocutores implicados. Así, se desprende de las declaraciones realizadas ayer por el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, quien recordó que si esa vía para el entendimiento no funciona corresponderá «al Gobierno gobernar». A su juicio, el diálogo social tiene que responder a la confianza de los ciudadanos y «funcionar, rendir y prestar servicios al conjunto de la sociedad».
Negociar. De esta manera el nuevo ministro lanzó un velado llamamiento a patronales y centrales sindicales porque es hora de no perder el tiempo. Urge sentarse y negociar sobre el reglamento de la Ley de Extranjería; las políticas activas (cursos, bonificaciones, becas, etc.) que han de facilitar a los desempleados la salida del paro; las relaciones laborales entre empleadores y empleados entendidas como negociación colectiva; y sobre las pensiones, cuya reforma debe basarse en el consenso político y social.
Las palabras del ministro tuvieron lugar durante la toma de posesión de la secretaria de Estado de Empleo, Luz Rodríguez; del subsecretario de Trabajo e Inmigración, José María de Luxán; y del jefe de Gabinete, Antonio González. Gómez y Rodríguez lamentaron en su día algunos capítulos de la polémica reforma laboral, aplicada desde el Gobierno por Decreto el 18 de junio y transformada en Ley en septiembre.
Por su parte, la secretaria de Estado insistió en que la regulación de la entrada del sector privado en la intermediación laboral tiene que estar precedida del fortalecimiento de los Servicios Públicos Estatales de Empleo «como garantía de equidad». «Nunca pueden ser una alternativa», subrayó en alusión a las empresas privadas de colocación.
El ministro y Rodríguez hicieron hincapié en que junto con la recuperación del diálogo social es imprescindible para el mercado de trabajo adaptar en pocos meses las políticas activas a las nuevas necesidades, es decir, utilizar adecuadamente los miles de millones de euros que se recaudan y destinan para la formación profesional impulsada por el Ministerio de Trabajo.