La crisis de Irlanda evidencia las carencias de la zona euro
La crisis financiera en Irlanda, que tiene lugar tras la de Grecia, evidencia las carencias de la sumamente endeudada zona euro y lo difícil que es mantener la cohesión en una unión monetaria que sigue sin convertirse en unión política. Tras la crisis de la deuda de los años 1980 y 1990 en países emergentes de América Latina y Asia, parece haberle llegado la hora a Europa. Los expertos del FMI, que antes viajaban en momentos de crisis a México, Argentina o Indonesia, se trasladaron el jueves a Irlanda, junto con representantes del Banco Central Europeo (BCE) y de la Unión Europea (UE).
«Nos enfrentamos a una crisis por nuestra supervivencia» y «si la zona euro no sobrevive, tampoco sobrevivirá la UE», llegó a declarar esta semana el presidente del bloque, Herman Van Rompuy.
Por su parte, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, que intenta convencer desde hace días a Irlanda para que acepte una intervención exterior, manifestó el jueves su «profunda preocupación» por la gobernanza económica y fiscal de la Eurozona. Se trata de la segunda crisis aguda en seis meses en un país de la unión monetaria.