«Buscan el peor momento para hacer daño»

El puente más esperado del año para miles de personas se convirtió en pocas horas en el más odiado. Una huelga «improvisada» de los controladores aéreos colapsaba ayer los aeropuertos de España y dejaba a miles de personas tiradas en tierra, sin saber cuándo podrán retomar un viaje que aún no les han dejado comenzar. «Buscan el peor momento para hacer daño», comentaba indignada una pareja que viajaba desde Barajas a Génova para visitar a la familia.

Desde la mañana se habían producido retrasos y colas en los mostradores de información del aeropuerto madrileño, aunque el caos se desató a partir de las cinco de la tarde cuando Aena informaba a través de la megafonía que el espacio aéreo se cerraba porque los controladores habían «abandonado sus puestos de trabajo». A partir de ese momento, Barajas se convirtió «en un auténtico caos, en el que nadie dice nada», declaró un joven que no se explicaba «¿Cómo consiguen -”los controladores-” que les firmen la baja médica?». La falta de información y la descoordinación provocó que el clima de enfado fuese en aumento entre los pasajeros que aguardaban para hallar una solución: «Que se hagan responsables (los controladores), siempre pagamos los mismos», increpaba un afectado a una empleada de Barajas.