El abaratamiento de la energía modera la inflación al 2,3%
El menor coste de luz y carburantes merma siete décimas el IPC y compensa el alza de alimentos.
D. Valera | Madrid
Los precios en marzo moderaron la espectacular escalada protagonizada al inicio del año. En concreto, la tasa interanual se situó en el 2,3%, lo que supone siete décimas menos que la registrada en enero y febrero del presente curso. Una desaceleración provocada por el abaratamiento en el tercer mes del ejercicio de los carburantes y la electricidad. Un comportamiento favorable que permitió paliar el encarecimiento registrado en dos tercios de los productos que conforman la cesta de la compra del IPC, según los datos publicados ayer por el INE. Es decir, una vez más la volatilidad de los productos energéticos condicionó la inflación.
De hecho, la variable subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuyó una décima en marzo hasta el 0,9%. Esta tasa es a la que se aferra el Gobierno para alegar que los vaivenes de la inflación -que estuvo durante muchos meses en tipos negativos y a comienzos del año se disparó al 3%-se deben a la enorme fluctuación de los precios de la energía, especialmente del petróleo. También lo esgrime Mario Draghi para defender el mantenimiento de la política de estímulos del BCE.
Lo cierto es que entre los productos que más han contribuido a la moderación de los precios en marzo está el transporte, que registró una tasa del 6,5%, dos puntos por debajo de la de febrero. Esta reducción se debe casi en su totalidad al descenso de los precios de la gasolina este mes, frente a la subida registrada en marzo de 2016. A pesar de todo, el efecto escalón todavía se deja notar. Así, los carburantes se han encarecido un 12,8% en el último año, aunque en marzo se redujeron un 1,5%.
Algo similar ocurre con el grupo de vivienda, cuya variación disminuye más de un punto y medio hasta el 4,3% por la bajada de los precios de la electricidad. En marzo retrocedieron un 5,9% respecto a febrero. En cualquier caso el recibo de la luz se mantiene todavía un 12,5% más caro que hace un año. También influye, aunque en menor medida, la disminución de los precios del gasóleo para calefacción frente al repunte que experimentaron en el mismo periodo de 2016.