La OCDE dispara la previsión de crecimiento de España al 2,8%
Incrementa en un punto su estimación de PIB para 2024 y calcula que la inflación cerrará en el 3%

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo. FERNANDO VILLAR
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) no actualizaba desde mayo sus previsiones económicas de España, y desde mayo han cambiado mucho las cosas. Si entonces preveía que la economía crecería un 1,8% este año, mejorando su anterior proyección en tres décimas, este miércoles ha disparado sus cálculos un punto hasta el 2,8%. Es la mayor mejora que el organismo que aglutina a 34 países hace en su último informe en el que destaca el «avance robusto» de tres economías por encima del resto: Canadá, Reino Unido y, cómo no, España.
La previsión del 2,8% está en línea con la última estimación del Banco de España, que hace solo unos días mejoró en medio punto sus cálculos por la «sorpresa positiva» que dio la economía en los dos primeros trimestres, sobre todo por la buena marcha del turismo internacional y las exportaciones de bienes. También hay que tener en cuenta que el INE ha revisado al alza sus cálculos de los últimos años y ahora mantiene que la economía creció un 2,7% en 2023, dos décimas más de lo que se pensaba.
Los datos de la OCDE mejoran las «prudentes» previsiones del Gobierno, que este mismo martes actualizó su cuadro macroeconómico y situó el crecimiento en el 2,7%. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, deslizó que el PIB podría llegar a crecer incluso más este año —en línea con el Banco de España y ahora la OCDE—, pero que su gabinete era «prudente» porque sobre esta base de crecimiento se elaboraban los Presupuestos Generales. El consumo seguirá siendo la pata sobre la que se asiente gran parte del crecimiento del país. Y este consumo se verá incentivado por una bajada paulatina de la inflación que, según la OCDE, cerrará este año ya en el 3%, cuatro décimas menos que el año pasado. Es más, para 2025 ya calcula que el índice de precios baje al 2,1%, muy cerca del objetivo del BCE. La inflación subyacente, por su parte, cerrará este año en el 2,6%, por primera vez por debajo de la tasa general desde que comenzó la crisis inflacionaria por Ucrania Para el año que viene, la organización calcula que la economía crezca un 2,2%, dos décimas más que sus anteriores previsiones.