La Caixa ganó un 29% menos en el 2002 por las provisiones de Teléfonica y la caída de Repsol
La Caixa ha obtenido en el 2002 un beneficio de 683 millones de euros, un 29,1% menos que en el año anterior, debido a las provisiones que ha realizado su participada Telefónica para sanear las pérdidas derivadas de la compra de licencias UMTS y de la caída de beneficios de Repsol en Argentina. El grupo industrial, una fuente tradicional de beneficios para la entidad, ha sido este año la causa de que La Caixa registrara una caída de beneficios por primera vez desde 1990. La Caixa ha tenido que asumir el 3,6% -el equivalente a su participación en Telefónica- de los 6.150 millones que esa compañía ha dotado para sanear el coste de la compra de licencias UMTS, lo que ha supuesto un impacto negativo para la caja catalana de 221 millones de euros. Además, La Caixa había contabilizado en exceso los beneficios previstos por Repsol en el 2001 ya que finalmente se redujeron a casi la mitad debido a la crisis argentina, lo que en las cuentas del 2002 le ha supuesto un ajuste a la baja de otros 120 millones. Además de asumir el impacto negativo derivado de Telefónica y Repsol, la entidad ha aprovechado este ejercicio para sanear su cartera de valores, en el caso de Fortis y Suez, y anticipar la amortización del fondo de comercio de Deutsche Bank y Endesa. Esas dotaciones suman 835 millones de euros y han podido realizarse, en su mayor parte, gracias a un crédito fiscal por un importe bruto cercano a los 800 millones (538 millones netos) a cuenta de Hacienda, que ha aflorado la entidad por la externalización de los fondos de pensiones de los empleados. «Hubiésemos podido cargar el crédito fiscal a resultados para que éstos no cayesen un 29%, pero no daría una imagen fiel de la situación ya que ese ingreso fiscal se ha generado durante el pago de pensiones a nuestra plantilla en los últimos cien años. Por eso, siguiendo una política de extrema prudencia, hemos preferido hacer esas dotaciones extraordinarias», ha explicado Antoni Brufau, director general del grupo industrial. De los 800 millones de euros procedentes de este ingreso fiscal extraordinario, 340 millones han servido para colocar a cero las minusvalías derivadas del impacto de la caída en bolsa del valor de las participadas Fortis y Suez. Otros 460 millones de euros se han destinado a amortizar de manera anticipada el fondo de comercio correspondiente a sus participaciones en Endesa y Deutsche Bank.