Los españoles pagan hasta un 300% más en el impuesto de matriculación según la provincia

Los conductores españoles pagan hasta un 300% más en el impuesto de circulación según la localidad en la que vivan, situación que ha hecho que miles de ellos hayan cambiado su lugar de residencia oficial para poder matricular sus vehículos en municipios con una presión fiscal menor, aunque su domicilio habitual se encuentre en otra ciudad. Este fenómeno tiene su importancia económica, ya que los consistorios recaudan cada año alrededor de 1.000 millones de euros en tributos locales por el uso y disfrute de las infraestructuras viarias. Un estudio realizado por la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA) refleja que las diferencias máximas a la hora de abonar ese gravamen municipal llegan a un 263% en el caso de los automóviles y a un 327% para las motocicletas. Tan amplio margen se explica por el hecho de que la Ley de Haciendas Locales permite a los ayuntamientos fijar con libertad su tarifa, si bien dentro de una horquilla: un mínimo de 34,08 euros por vehículo y año frente a un máximo de 68,15 euros. Con estos parámetros, cuya separación se ha acentuado con el paso del tiempo (el impuesto de circulación se creó hace 13 años) por estar sujetos a la facultad discrecional de los consistorios, los técnicos de AEA consideran que se han llegado a crear «verdaderos paraísos fiscales» para ese tipo de tributos. Así, la mejor localidad para registrar un vehículo de tipo medio (de 8 a 12 caballos de potencia) es Melilla (18,7 euros), seguida de Ceuta (26,5), Soria (39,1), Zamora (39,1), Pamplona (39,4) y Cáceres (39,5). Barcelona, la más cara Frente a esos municipios, se sitúan aquellos con peores condiciones fiscales para los conductores, con un lugar destacado para las cuatro capitales de provincia catalanas. No obstante, el primer puesto de la lista es, con mucho, para Barcelona, donde cada ciudadano que posea un automóvil debe pagar 68,15 euros al año (el máximo permitido por la ley) para poner al día su vehículo en el aspecto tributario. Tras la Ciudad Condal aparecen Lleida (63,3), Córdoba (62), Bilbao (61,9) Tarragona (60,7) y Girona (60,4). Estas diferencias de tarifas no sólo se producen entre municipios de distintas comunidades autónomas, sino también entre poblaciones próximas dentro de una misma provincia, siempre a favor de los lugares más pequeños, con menos de 5.000 habitantes. Aún son más llamativas las distancias económicas existentes entre algunas capitales importantes.