Diario de León

Los sabotajes en Irak y la batalla entre Yukos y el Gobierno ruso favorecen la especulación

El precio del petróleo se dispara hasta los 40,29 dólares por barril

La Opep reconoce su incapacidad para aumentar la producción de crudo a corto plazo

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efe | viena

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El presidente de turno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Purnomo Yusgiantoro, reconoció en Yakarta la incapacidad de aumentar la producción de petróleo. Estas declaraciones supusieron el disparo inmediato de los precios del barril alcanzando los 44,24 dólares. El precio del barril en el mercado neoyorquino alcanzó los 43,82 dólares, el precio más alto registrado en las dos últimas décadas, mientras que el futuro del Brent, de referencia en Europa, se negociaba por encima de los 40 dólares. Agravando la situación se encuentran los múltiples factores geopolíticos que acentúan los temores a cortes de suministros y fomentan la actividad especulativa en los mercados futuros. Según los expertos de la organización esto supone que la presión alcista sobre los precios se siga produciendo. La crisis del gigante petrolero ruso Yukos, a la que se le atribuye gran parte del reciente salto de los precios y los sabotajes contra la industria iraquí, preocupa también a la Opep, según su presidente, ya que ningún país estaría hoy en condiciones de compensar un corte de su producción, .«Estamos inquietos frente a la posibilidad de que Yukos no produzca más», dijo Yusgiantoro, quien ya hace dos semanas había advertido en Viena de que la Opep estaba llegando al máximo de su capacidad al bombear 27,5 millones de barriles diarios (mb/d). La administración rusa reclama al grupo petrolero cerca de 7.000 millones de dólares en atrasos correspondientes a los años 2000 y 2001, exigiendo el pago inmediato de 3.400. La situación de Yukos se suma al constante entorpecimiento de la esperada recuperación de las exportaciones iraquíes, el temor a ataques terroristas a la industria petrolera en Arabia Saudí y Estados Unidos, la incertidumbre sobre el futuro político de Venezuela y los conflictos étnicos y sindicales en Nigeria. A este contexto hay que sumar las advertencias emitidas por las autoridades estadounidenses de que Al Qaida planea ataques contra principales instituciones financieras. Los ministros de la organización no prevén reunirse antes del 15 de septiembre próximo, cuando celebran en Viena su segunda conferencia regular del año, en la que deberán estudiar cómo afrontarán el fuerte crecimiento de la demanda previsto para la temporada fría en el hemisferio norte del planeta. En septiembre, Venezuela insistirá ante sus socios elevar la actual banda de precios de entre 22 y 28 dólares que adoptó la Opep en 2000 para estabilizar el barril de su crudo en una media anual de 25 dólares, aún vigente pese a que desde hace ocho meses la cotización de esa cesta supera ampliamente el límite máximo de esa horquilla de fluctuación. El ministro venezolano de Energía y Minas, Rafael Ramírez, opinó recientemente que esa medida es necesaria dado que los factores geopolíticos y de especulación impiden abaratar el barril de crudo, y estimando que la nueva banda podría situarse entre los 28 y los 35 dólares por cada barril.

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