Cambian las reglas del juego

El cambio de actitud de los inversores, mucho más exigentes ahora, ha hecho que acertar con el precio se haya convertido en una necesidad de primer orden, lo que está obligando a cambiar las reglas que hasta ahora venían rigiendo el diseño de los estrenos bursátiles. Un buen ejemplo de ello es lo ocurrido en la opv de la filial de páginas amarillas de France Telecom, Pages-Jaunes. Tradicionalmente los bancos encargados de llevar a cabo este tipo de operaciones realizan una valoración de la compañía en cuestión aplicando ratios financieros. Y, a partir de ella, se fija el precio de colocación. En la salida a Bolsa de la firma gala, sin embargo, se ha invertido el proceso. Los responsables de France Telecom pidieron a una serie de bancos que ofrecieran la operación a sus clientes y que establecieran una banda de precios en función de lo que éstos estuvieran dispuestos a pagar. Además, vinculó una parte importante de las comisiones de la entidad encargada de coordinar la oferta, BNP Paribas, a la colocación de la empresa en ese rango de precios. Menos incertidumbres De esta manera se eliminan incertidumbres y se reduce el riesgo de tener que suspender la operación al no conseguir un precio determinado, tal y como sucedió con Probitas Pharma. Son muchos los expertos que piensan que esta fórmula puede acabar imponiéndose, aunque otros muchos confiesan su escepticismo al respecto. En definitiva, encontrar un punto de equilibrio entre el deseo del dueño de la empresa de vender caro y el de comprar barato del inversor es ahora, más que antes, la clave del éxito de una opv, algo que consiguieron las entidades financieras que dirigieron la reciente colocación del 34,6% del capital de la cadena de televisión Telecinco, que comenzó a cotizar en la Bolsa española el pasado mes de junio. El atractivo del precio al que se vendieron los títulos (10,15 euros) disparó la demanda de los inversores institucionales, que solicitaron 20 veces más acciones de las que se les ofrecían.