El Banco de España descarta una crisis con las hipotecas como la de EE.UU.

El Banco de España descarta que la crisis hipotecaria que vive Estados Unidos, y que esta semana ha hecho temblar a las Bolsas de todo el mundo, pueda contagiar al sistema español. Así lo apuntó ayer el director general y responsable del Servicio de Estudios del órgano supervisor, José Luis Malo de Molina, quien subrayó que ambos mercados son y se encuentran en momentos radicalmente distintos. La institución publicó también los datos de la balanza de pagos, que revelan que la inversión extranjera en vivienda alcanzó los 4.929 millones de euros en el 2006, un 11% menos que un año antes. Tranquilidad. Ese es el mensaje que Malo de Molina lanzó a las familias españolas. En los últimos días, los desplomes bursátiles (el Dow Jones y el Ibex regresaron a valores de octubre) hicieron temer por un salto al continente europeo de los problemas crediticios estadounidenses. Pero no hay por qué preocuparse. La alarma surgió el martes al conocerse que el porcentaje de hipotecas de alto riesgo impagadas en EE.UU. creció de forma notable en el cuarto trimestre del 2006. Un tipo de crédito que no se practica en España pero que allí representa el 8% del negocio. Dos mercados muy dispares El responsable del Banco de España insistió en lo dispar de ambos mercados. «Las oscilaciones de la demanda en EE.UU. se trasladan muy rápidamente a la actividad», dijo, al tiempo que destacó que en España sucede exactamente lo contrario. «Aquí las respuestas son mucho más inerciales, mucho más suaves, y afectan con mucha mejor intensidad a la actividad constructora», añadió. Además, al otro lado del Atlántico, los precios de los pisos han comenzado a caer, lo que ha acentuado la crisis. En España, por el contrario, los precios se están ajustando de forma más gradual. El año pasado crecieron un 9,1% respecto al 2005. Un ritmo muy alejado del 18% de hace apenas tres años. Malo de Molina reconoció que la vivienda «ha estado por encima de sus fundamentales». Una forma técnica de definir la sobrevaloración. Una diferencia entre lo pagado y el valor real que el propio Banco de España ha llegado a situar en el 30%.