Los convenios sacan a los trabajadores a protestar con fuerza por las calles
Los sindicatos quieren presionar a la patronal sin molestar al Gobierno por la negociación colectiva en un otoño que será el más conflictivo de los últimos años
El bloqueo de la negociación colectiva del 2009 provocará este otoño protestas contundentes en la calle contra la patronal, que alterarán la paz social. El dilema es cómo convocar acciones reivindicativas e impedir que sean manipuladas políticamente, según informó el responsable de Política Sindical, de la federación más importante de UGT, Metal, Construcción y Afines (MCA). La opción que se abre camino es la de una serie de protestas coordinadas y a la vez en las provincias más castigadas por la paralización de la negociación colectiva. También en CC.OO. se oyen voces, encabezadas por su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, de que el otoño será «caliente» y el más conflictivo de los últimos años.
La no renovación en marzo del Acuerdo para la Negociación Colectiva (ANC), es decir, del habitual pacto-guía anual, con las líneas generales para los convenios, aceptadas y recomendadas por la Ceoe, CC.OO. y UGT ha complicado la firma de acuerdos sectoriales y de empresa en todas las áreas productivas. Los sindicatos denuncian que en algunos casos la patronal incumple, incluso, medidas salariales ya pactadas en ejercicios anteriores. Así las cosas, MCA se ha convertido en el embrión de las protestas contundentes. Primero pondrá su perspectiva en común con el resto de organizaciones de UGT, para posteriormente contactar con CC.OO. y trazar un plan a explicar a la sociedad. Romero resalta «que las reivindicaciones tienen que ser comprendidas por la sociedad, al realizarse en tiempos de declive económico».
La peor situación de la negociación colectiva se da en Andalucía donde existe un bloqueo organizado por las patronales, tanto en el ámbito provincial como autonómico, ya sea en convenios revisados o nuevos. Igualmente, en Madrid existe una posición muy dura. En el resto de las autonomías hay «parálisis» en localidades y áreas concretas, como ocurre con el metal en Guadalajara, Burgos o Pontevedra. Los trabajadores no se han cruzado de brazos, añade Romero, y mientras que en algunas provincias han salido a la calle en otras han abierto procesos judiciales.