El agente que inició la investigación contra Petraeus fue apartado

Un agente del FBI de Estados Unidos que estuvo investigando la infidelidad del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), David Petraeus, que presentó la semana pasada su dimisión, fue apartado durante el verano del caso ante el temor a que estuviera implicado personalmente con la mujer que denunció amenazas por parte de la amante del general, según una fuente conocedora de la cuestión citada por 'The Wall Street Journal'.

David Petraeus presentó su dimisión a Obama el pasado viernes, en una carta en la que confesaba que había mantenido "relaciones extramatrimoniales".

La caída de Petraeus fue posible tras la apertura de una investigación por parte del FBI a petición de una mujer, de nombre Jill Kelley, la cual había recibido correos electrónicos amenazantes de la biógrafa y amante del exdirector de la CIA, Paula Broadwell, celosa de la amistad entre Petraeus y Kelley. Las investigaciones permitieron descubrir los correos con contenido comprometedor que se enviaban Broadwell y Petraeus.

Este martes se ha conocido además que Kelly habría intercambiado gran cantidad de correos electrónicos con el comandante en jefe de las tropas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, el general John Allen.

Según 'The Wall Street Journal', el agente federal apartado de la investigación en verano siguió en contacto con un miembro del Congreso para informarle sobre Petraeus a pesar de que ya no podía seguir las pesquisas.

Este miembro del FBI le habría mandado fotos sin camiseta a Kelley, la segunda mujer implicada en el caso de infidelidad. El agente está siendo investigado por la división interna del FBI. Este oficial era amigo de Kelley, quien acudió a él tras recibir mensajes amenazantes de Broadwell.

La unidad de ciberdelincuencia del FBI comenzó a investigar el caso, pero pronto se percataron de que el agente estaba demasiado obsesionado con la historia. A pesar de que fue quien dio la alarma, la fuente consultada por el diario asegura que no dirigió las pesquisas sobre Petraeus.

Sin embargo, tras ser apartado totalmente del caso, contactó con el congresista republicano David Reichert ante el temor a que el FBI ocultase el tema, según la fuente. La agencia federal informó a algunos congresistas posteriormente, cuando ya se conocía que Broadwell era la que mandaba las amenazas a Kelley.

Benghazi

Varios medios de comunicación han relacionado el escándalo con el ataque de islamistas al Consulado de Benghazi, en el este de Libia, el pasado 11 de septiembre, en el que murieron el embajador estadounidense en el país, Christopher Stevenes, y otros tres miembros del personal. Estos tres fallecidos serían agentes de la CIA.

En declaraciones realizadas por Broadwell tras el ataque, la periodista aseguró que en el Consulado había supuestos insurgentes y que el ataque se produjo en un intento por liberarlos. Esas palabras se relacionan ahora con la posibilidad de que la biógrafa hubiera tenido acceso a información privilegiada por su relación con Petraeus.

Sin embargo, 'The Wall Street Journal' ha citado este martes a una fuente de la CIA, que ha negado que los servicios de Inteligencia estadounidense siga realizando detenciones en el extranjero contra supuestos terroristas.

Lo que empezó como un caso de adulterio, se ha convertido en un escándalo que podría haber afectado a la seguridad nacional. Según las autoridades, Petraeus se ha visto involucrado en un posible chantaje al tener una relación extramatrimonial y su seguridad se ha visto comprometida al enviarse correos con su periodista en los que se explicaba su paradero.