La Policía busca a un activista opositor torturado por unos desconocidos

Dimitri Bulátov, líder del llamado Automaidán, un grupo de activistas que recorren con una caravana de coches Kiev y sus alrededores llamando a la población a unirse a la revuelta, fue encontrado ayer en la localidad de Vishenski, en las afueras de Kiev, medio congelado, con hematomas por todo el cuerpo, heridas en pies y manos, cortes en la cara y una oreja casi arrancada.

Él mismo ha denunciado haber sido secuestrado y torturado por unos desconocidos que «hablaban con acento ruso». Al parecer, trataron de obligarle a dar detalles sobre el esquema de financiación de la revuelta y sus patrocinadores. En declaraciones a la Radio Free Europe/Radio Liberty, Bulátov, de 35 años, aseguró con el rostro todavía ensangrentado que «me crucificaron, cortaron la cara con un cuchillo, me patearon todo el cuerpo y me cortaron una oreja (.) estoy vivo gracias a Dios».

El dirigente opositor sostiene que no pudo ver a los agresores porque le vendaron los ojos. Desapareció el 22 de enero y, ocho días después, «me subieron a un coche y me abandonaron en la cuneta». «Estuve una hora entera expuesto al frío —esta semana Kiev ha registrado temperaturas medias de 15 grados bajo cero— y pude avisar por teléfono cuando unos vecinos de Vishenski comprendieron lo que me había pasado y me permitieron entrar en su vivienda».

Después de todas las penalidades sufridas y estando ayer en el hospital, Bulátov tuvo que esconderse para no ser detenido por la Policía, que acudió a detenerle. Contra él y otros dirigentes de la revuelta se ha emitido una orden de búsqueda y captura por participar en los disturbios que estallaron el domingo 19.

También fue secuestrado otro activista, Ígor Lutsenko, que fue hallado al día siguiente con varios dientes rotos tras recibir una tremenda paliza.