Diario de León

jornada electoral en turquía

La escasa participación en las presidenciales turcas favorece a Erdogan

El vacío ante las urnas contrasta con las largas colas de las municipales de marzo, que registraron un 89% de votantes

Erdogan encara las elecciones presidenciales como favorito en una jornada con protestas.

Erdogan encara las elecciones presidenciales como favorito en una jornada con protestas.

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EFE

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Es un domingo de agosto en un barrio de clase media liberal de Estambul y son vacaciones: no sorprende que la urna a media mañana apenas registre un puñado de sobres. La baja participación favorece aRecep Tayyip Erdogan, el primer ministro islamista convertido en candidato presidencial, opina una mujer que acaba de votar, repitiendo algo que destacaron todos los análisis antes de la cita electoral. Ella ha dado su voto al candidato de la oposición, Ekmeleddin Ihsanoglu, consensuado entre varios partidos laicos, pero se hace pocas ilusiones sobre el resultado: "Ganará Erdogan". Los colegios electorales han cerrado a las cinco de la tarde hora local (16.00 en España).

Según la cadena CNNTürk, en las primeras horas del domingo se registraban atascos en las carreteras debido a familias que interrumpían sus vacaciones para acudir a su colegio electoral, pero ante las urnas reina un llamativo vacío. Nada que ver con las largas colas que se registraban en las municipales de marzo pasado, cuando la participación alcanzó el 89% del censo.

Ahora el proceso es más rápido: en lugar de tres papeletas con una veintena de partidos solo hay una con la foto de los tres candidatos: Recep Tayyip Erdogan, en el poder desde el 2003 como primer ministro, Ekmeleddin Ihsanoglu, exdiplomático y académico, y Selahattin Demirtas, pujante promesa política de los movimientos kurdos.

Ihsanoglu, una copia amable de Erdogan

Ihsanoglu, un islamista moderado que consensuaron las dos mayores formaciones opositoras para pescar en el caladero de votantes conservadores, no ha despertado entusiasmo entre sus propias bases laicas, ya que muchos lo ven como una copia amable de Erdogan. Algunos de los votantes laicos incluso han mostrado su predisposición por Demirtas debido a su ideario de izquierda, pero carece de opciones reales y si logra un 10% de las papeletas ya sería un enorme éxito.

"Erdogan es el más patriota de los tres candidatos, el más nacionalista, el que más valor le da a la religión y el que recupera el pensamiento de la época otomana", justificaba un padre de familia en la treintena su voto. Otros destacaban que el primer ministro, tras 11 años en el poder "ya tiene experiencia" para dirigir el país, pese a que teóricamente, el cargo de presidente es más simbólico que el del jefe del Gobierno.

División ante Demirtas o Ekmeleddin

Muchos votantes estaban divididos entre los otros dos: lo importante, opinaban, era no votar a Erdogan porque este "quiere ser el único, quiere ser presidente, quiere ser emperador", en palabras de Serkan, marinero de Esmirna, que se decidió por Demirtas. "Por la paz, por el cambio, por la esperanza", definió su elección por el candidato izquierdista.

"A mí también me atrae mucho el ideario de Demirtas, especialmente en la cuestión de la igualdad" opina una joven madre, "pero he votado a Ekmeleddin porque creo que se va a llevar el voto de la mayoría y tiene más opciones de ganar".

Este "voto útil" se repite en numerosos electores, pese a que se trata solo de la primera vuelta de los comicios, con una segunda cita el 24 de agosto si nadie reúne más del 50% en esta jornada.

El ideario de los políticos

Sibel, diseñadora gráfica, lo tiene más claro: "Erdogan es horrible. Y Demirtas, en cada mitin que da, tiene detrás a Apo", (en referencia a Abdullah Öcalan, el fundador de la guerrilla kurda PKK, considerada terrorista en Turquía).

Este aspecto de Demirtas, exdirigente del partido kurdo BDP, que nunca ha renunciado a cierto vínculo con el PKK, no molesta a Duygu, oriunda de la costa oeste, donde muy pocos se solidarizan con el movimiento kurdo. "A mí no me importa la condición étnica o religiosa de los políticos sino su ideario. Antes era más difícil: cuando decía a mi madre que votaba al BDP, me decía "¡¿pero cómo has podido?!". Ahora ya no se escandaliza, aunque es algo de lo que solo hablamos con amigos, no en la calle", reflexiona esta bailarina.

Mucho menos claro lo tiene Orhan, educador físico, que se declara indeciso al no gustarle ninguno de los tres candidatos. "Como kurdo debería votar a Demirtas, pero esto es guerra, sangre. No me gusta. Ekmeleddin... ¿quién es? No dice nada. Es débil. Al final puede que me decante por Erdogan. Es un hombre fuerte, decidido, es mejor para Turquía", resume.

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