Las bolsas sucumben y la prima de riesgo española se dispara un 33%

Las bolsas revivieron ayer el miedo que la eurozona pasó exactamente hace tres veranos, cuando el futuro de la moneda comunitaria se puso tan en cuestión que parecía llegar a su final. Después de un fin de semana en el que se han roto negociaciones, se ha aprobado un referéndum y se ha implantado un corralito, los mercados se desplomaron este lunes como no lo habían hecho en un solo día desde agosto de 2012. En aquel momento fue cuando el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, apostilló su conocida reflexión que calmó a los mercados: «Haremos lo que sea necesario para salvar al euro». Tres años después, la bolsa española no se libró del impacto que ha provocado esta nueva crisis helena con unas pérdidas del 4,56%. El Ibex35 acabó la sesión en los 10.853 puntos. A pesar de la espectacular caída, el selectivo había subido tanto en las últimas semanas -con los inversores confiados en lo que parecía un acuerdo con Grecia- que aún se mantiene en positivo en 2015.

También, al igual que en 2012, los mercados de los países periféricos fueron los que más sufrieron las consecuencias de esta crisis.

Porque si las bolsas se desplomaron, los costes de la deuda pública terminaron también desbocados. La prima de riesgo se disparó un 33% y subió hasta alcanzar los 158 puntos básicos, muy cerca del nivel máximo del año.