Reo se negó a la inyección letal
Tennessee prepara la silla eléctrica para una ejecución, no la usa desde 2007
Un preso sentenciado a muerte por el asesinato de dos personas, será ejecutado a través de descargas eléctricas
Silla eléctrica en el penal de Tennessee
El estado de Tennessee, en los EEUU, prepara para este jueves la ejecución del reo Edmund Zagorski, sentenciado por un doble asesinato y que ha pedido morir en la silla eléctrica en lugar de con una inyección letal. Tennessee no usa la silla eléctrica para ejecuciones desde 2007, aunque fue el estado de Virginia el último en EEUU en utilizarla en 2013.
Virginia y Tennessee, así como otros siete estados, conservan la silla eléctrica como método secundario de ejecución en caso de que los presos la prefieran a la inyección letal, que es la primera opción en todo el país.
Uso de la silla eléctrica
Y a pesar de esto, los casos tanto de Daryl Holton en 2007 en Tennessee, como Robert Gleason en 2013 en Virginia, que pidieron morir en la silla eléctrica, hacen que este método siga vigente en las ejecuciones de reos en los Estados Unidos.
Zagorski, de 63 años, iba a recibir inicialmente una inyección letal el 11 de octubre pasado, pero a última hora pidió al estado de Tennessee morir en la silla eléctrica y su ejecución fue pospuesta para prepararla. La ejecución está ahora programada para este jueves a las 19.00 hora local (00.00 GMT del viernes) en la Institución de Máxima Seguridad Riverbend, en Nashville.
Descargas eléctricas
Según el protocolo del Departamento Correccional de Tennessee, a Zagorski se le suministrará una descarga eléctrica de 1.750 voltios durante 20 segundos, seguida de una pausa de 15 segundos y otra descarga también de 1.750 voltios por 15 segundos.
Tras cinco minutos de espera, los médicos comprobarán si el reo ha fallecido o en caso contrario, el estado suministrará nuevas descargas. Zagorski fue condenado a muerte en 1984 por los asesinatos, cometidos un año antes, de John Dale Dotson y Jimmy Porter, a los que supuestamente iba a vender 100 libras de marihuana.
Zagorski los llevó a un área boscosa para cerrar el trato, pero una vez ahí les disparó, les cortó la garganta y les robó el dinero que llevaban para comprar la droga.