Diario de León

EFECTOS DE LA DICTADURA

'Somos juguetes sexuales'

Un informe de Human Rights Watch describe los acosos y violaciones impunes sufridas por las mujeres norcoreanas

La silueta de un hombre aparece reflejada en el cristal mientras una empleada norcoreana trabaja en la cadena de produccion de jabones de la Fabrica de Cosmética de Pionyang, el 8 de septiembre del 2018.

La silueta de un hombre aparece reflejada en el cristal mientras una empleada norcoreana trabaja en la cadena de produccion de jabones de la Fabrica de Cosmética de Pionyang, el 8 de septiembre del 2018.

Publicado por
Adrián Foncillas
León

Creado:

Actualizado:

Añadan una sociedad jerárquica y patriarcal al olímpico desprecio por los derechos humanos y leerán sin sorpresas el informe sobre la situación de la mujer norcoreana. Son tropelías sexuales cotidianas e impunes que oscilan desde los toqueteos a la violación. A Corea del Norte, una tozuda excepción en el mundo globalizado, no ha llegado el movimiento del #Metoo ni se le espera.

El informe es de Human Rights Watch (HRW), la organización de derechos humanos más sólida y seria en Asia. Entrevistó durante dos años a una cincuentena de mujeres huidas del país desde 2011, cuando subió al poder el tirano Kim Jong-un, y ha plasmado sus testimonios y conclusiones en 98 páginas. Cualquier hombre con un minúsculo poder está facultado al abuso: funcionarios del Gobierno, policías, soldados, inspectores de tren, encargados de empresa

La abundancia de hombres en los cargos oficiales empuja a las mujeres a los mercados negros que estimulan la economía ahogada por las sanciones internacionales. Son zonas turbias donde se mira hacia otro lado a cambio de sobornos sexuales. Oh Jung-hee, una comerciante, desvela que son vistas como juguetes sexuales y que nadie repara en el problema. Ni siquiera nos damos cuenta de que estamos heridas. Pero somos humanas y lo sentimos. Algunas veces lloras por la noche y no sabes por qué, continúa.

Violaciones periódicas

Los desmanes son más acusados hacia las que violan la ley. Park Ypung-hee, campesina repatriada tras escapar a China, recuerda que el policía magreaba sus piernas e introdujo sus dedos varias veces en ella durante el interrogatorio. Otra relata violaciones periódicas en el centro de detención. Cada noche entraba un guardia a la celda. Yo me mantenía quieta, como si no lo hubiera oído, esperando no ser la elegida, señala.

Conceptos como agresión sexual o violencia doméstica son indefinidos en una sociedad ajena a las conquistas de la mujer. El grupo Iniciativa por el Futuro de Corea denunciaba recientemente que la misoginia débilmente camuflada penetra en todo lo que el Gobierno toca y permite a los infractores refugiarse en las convenciones patriarcales de la sociedad y las instituciones.

Persiste en las víctimas un estigma que desincentiva la denuncia. Estaba avergonzada y asustada, todo el mundo me habría culpado, justifica una mujer violada. Otras víctimas fueron expulsadas de su universidad y golpeadas o abandonadas por sus maridos por el oprobio causado a la institución o la familia. Solo una de las 54 mujeres entrevistadas acudió a la policía.

"Una argucia contra el diálogo con EEUU"

La propaganda explica a los norcoreanos que disfrutan de un paraíso socialista sin los crímenes de las decadentes sociedades capitalistas. Las cifras oficiales enviadas el pasado año a la ONU hablaban de cinco condenados por violación en 2015 y de siete en 2011. Pionyang ha desdeñado el informe de HRW como una argucia para arruinar el proceso de diálogo. Es otro intento inútil de fuerzas hostiles y deshonestas, que se sienten incómodas en este contexto de paz, reconciliación, prosperidad y cooperación en la península coreana, de entorpecer el acercamiento aludiendo a ese asunto de los derechos humanos con infundadas y ficticias historias, sostiene un comunicado citado por la agencia Reuters.

Norcoreanos exiliados y activistas lamentan el olvido de los derechos humanos en la maratón diplomática que busca la desnuclearización del país. Incluso Moon Jae-in, el admirable presidente surcoreano, los ha sacrificado para proteger el objetivo superior de la paz.

tracking